Frecuentemente nos quejamos porque “en la tele no ponen nada que valga la pena”. Eventualmente, trasladamos nuestras críticas, también, a los nuevos medios. “La web está llena de bobadas” o “casi todo son trivialidades que no aportan nada” son comentarios que he oído más de una vez y que yo mismo he secundado en alguna ocasión. En fin, es normal. Está bien hacerlos y ser crítico con los contenidos que, como audiencias, recibimos. Pero ¿no podemos modelar de alguna forma esos contenidos nosotros mismos, como audiencias? ¿Somos meros espectadores sin capacidad alguna de afectar lo que sucede a diario en las pantallas de nuestros ordenadores?

Por Ignasi Giró

audiencia que participaEstoy convencido de que no, de que no somos meros espectadores. De que las audiencias podemos -y debemos- ser Audiencias Activas. Para ello es imprescindible tomar conciencia del enorme poder que pequeñas acciones nuestras pueden tener a medio y largo plazo en los contenidos que consumimos, y que actuemos de manera solidaria y coherente con lo que deseamos encontrarnos cada mañana al leer el periódico online, visitar YouTube, chequear el RSS, abrir Facebook,  Flickr o Twitter.

Ser una Audiencia Activa implica muchas cosas, pero probablemente la primera de ellas sea ser consciente de que los contenidos de valor se generan con valor y esfuerzo, y que el valor y el esfuerzo merecen ser recompensados de una u otra forma. No hablo de dinero. Pagar por un contenido sería el escalón final, pero entre eso e ignorar por completo el contenido una vez lo hemos consumido hay muchas otras cosas intermedias que podemos hacer para recompensarlo y, lo que es más importante, fomentarlo.

Cuando ves un cortometraje en Youtube que te gusta y al que nadie ha dejado un comentario aún, ¿abres la conversación dejándole un comment favorable y dándole un “like” que anime el patio? ¿Compartes el video con tus amigos? ¿Haces mención explícita al autor? Cuando lees en un blog un artículo que te enseña cosas que no sabías, o te hace pensar, o simplemente te anima una mañana lluviosa, ¿dejas algún comentario a pie de post? ¿Clicas en el botón “share” y lo publicitas entre tus contactos? ¿Tomas nota mental de mencionarlo en tu siguiente post? En definitiva: Cada vez que te encuentras con algún contenido que te gusta, y que te gustaría seguirte encontrando regularmente, ¿haces algo para que así sea?

Porque tú ya no eres un mero espectador, sentado en un sofá con un mando que sólo puede encender, cambiar o apagar. Tú (sí, tú, que ahora estás leyendo este post y yo te doy las gracias por ello 🙂 ) eres lo más parecido que hay a un “micro canal de comunicación andante”. Tienes contactos, tienes redes de gente online, tienes una base de datos de personas que confían en ti y que leerán lo que les recomiendes, tienes una voz en los nuevos medios… En definitiva, tienes una capacidad mayor de lo que imaginas para potenciar los contenidos que te gustan, y ayudar a que quienes los producen puedan seguir haciéndolos.

En nuestras manos está ser o no ser Audiencias Activas, limitarnos a protestar… o contribuir a modelar un panorama de contenidos de calidad.