Un amigo mío suele quejarse amargamente de que «todo el mundo va a lo suyo menos yo, que voy a lo mío». Esta es la impresión que uno se lleva cuando ve lo que pasa en nuestros canales, que miran más su propio ombligo que el interés del espectador. Ellos sabrán lo que hacen. Un buen ejemplo de esta forma de ir a lo suyo es el de los informativos de La Sexta, que de unos días a esta parte parecen no tener otro objetivo que fortalecer las opciones de Carme Chacón para hacerse con la secretaría general del PSOE. Usted ya conoce las estrechas vinculaciones entre los que mandan en La Sexta, la cúpula Zapatero y la Chacón misma, así que no hace falta explicar nada más. Mientras esto ocurre en el universo Mediapro, en el universo Mediaset bastante tienen con calafatear los agujeros que les ha dejado la deserción publicitaria de ‘La Noria’. La última noticia es que también Microsoft abandona, porque «quiere orientar su publicidad a productos para toda la familia». No sé si en Microsoft se han parado a contar los pocos programas de nuestra tele «para toda la familia». Pero hablamos de calafateos, y en Telecinco, ante esa tarea, solo conocen una forma de trabajar: hacer más ruido. ¿Ejemplo? Que la Policía irrumpa en un programa para detener a un contertulio. No exactamente eso, pero algo que se le parece mucho, ocurrió el lunes cuando la Policía hizo acto de presencia en el plató de ‘Sálvame’ para localizar a Marta López. Naturalmente, el programa lo contó, porque este tipo de cosas hay que contarlas (para que crezca el morbo), aunque las explicaciones al respecto fueron más bien escuetas. Llegará el día que la Policía misma sea contratada por Mediaset para organizar otro número de estos, pero como Dios manda, o sea, con irrupción física en pantalla, tiroteo y detención masiva de la tribu desolladora. Y otros que van a lo suyo, cómo no, son los de TVE, y más desde el momento en que esa casa circula -literalmente- como pollo sin cabeza por la ausencia de presidente. Y usted y yo, mirando, que para eso estamos. Bizarro espectáculo, después de todo.

Fuente: J.J.Esparza (El Diario Vasco, 30-11-2011)