Casi un tercio de las quejas de espectadores recibidas por TVE sobre menores durante el primer trimestre de 2011 tuvieron que ver con escenas de «violencia» incluidas en algunas de las series que emite el canal infantil Clan, como los Gormitis o Bob Esponja, según el último informe sobre menores de la Defensora del Espectador, Oyente e Internauta de RTVE.

Así, de las 49 quejas relativas a menores recibidas en ese periodo por el departamento que dirige Elena Sánchez, 14 están orientadas a la presencia de «violencia» en algunas series de Clan. Concretamente, las series que más quejas recibieron por incluir escenas de violencia fueron los Gormitis, Batman y Bob Esponja, con tres quejas cada una. En su informe, la defensora del espectador comprende que los espectadores «demandan contenidos que ofrezcan una absoluta seguridad para sus hijos» y muestra su compromiso a mantenerse alerta «sobre la presencia de violencia en los contenidos de Clan», aunque señala que las quejas recibidas «son apreciaciones muy genéricas» que no permiten llegar a un conclusión.

Así por ejemplo, en las quejas recibidas por la defensora del espectador se afirma que los Gormitis «incitan a la pelea y a la lucha»; la serie Código Lyoko, es un «derroche de violencia»; Batman es «violento»; y en Bob Esponja «hay gritos y violencia».

«No podemos perder la confianza de los padres» , señala la defensora.

Como explicación a estas quejas, la defensora del espectador especula que «la acción, el ritmo y aventuras» que caracterizan estas series pueden llevar a un «observador poco atento» o no acostumbrado a ver dibujos animados modernos a «interpretar y calificar de violencia» cosas que en realidad no lo son «sin tener en cuenta una visión de conjunto del contenido, su relato completo y el escenario en que se desarrolla». «Si a ello le unimos un potencial escenario familiar donde los padres tengan un escaso poder de negociación con sus hijos en el diseño de su dieta mediática, la confusión está garantizada», señala la defensora en su informe.

Además, Sánchez subraya que las diferencias entre el tipo de dibujos animados que veían los padres cuando eran niños y los que ven sus hijos, les puede llevar a pensar que estos últimos son violentos, sin que en realidad lo sean. En este sentido, la defensora subraya que hay que «colocar los potenciales efectos negativos de los contenidos televisivos en su justo lugar» y aclara que los especialistas concluyen que los efectos «perversos» de ver la televisión tienen más que ver con el tiempo que se pasa delante de la pantalla, la forma en que se consume (solo o acompañado) y un exceso de contenidos de ficción de fantasía ajeno a la vida cotidiana, que pueden no servir a los niños en su proceso de aprendizaje y crearse referencias «poco realistas» sobre el mundo.

Por su parte, consultados por la defensora del espectador, los responsables de Clan, señalan sobre series como los Gormitis que este tipo de series contienen elementos de acción y de aventura, pero «eso no quiere decir que inciten en ningún momento a la violencia». En cuanto a Bob Esponja, la directora de Clan, Helga Pérez, señala que la actitud del «bueno» en esta serie siempre sale premiada frente a la del malo.

Quejas sobre películas

Por otro lado, durante el primer trimestre de 2011, la defensora del espectador recibió 9 quejas sobre la emisión de cuatro películas supuestamente no aptas para menores, aunque según señala Sánchez, en los cuatro casos su emisión se ajustaba a la calificación del Ministerio de Cultura y «estaba claramente señalizada y ajustada al horario de especial protección».

Sobre estas quejas, la defensora reflexiona que, con la llegada de la TDT y la fragmentación de audiencias, se ha realizado por parte de las cadenas de televisión «un movimiento pendular, de lo colectivo (consumo masivo y grupal) a lo individual (consumo segmentado de individuos ante las pantallas), que se está dejando por el camino una reflexión sobre el papel de los medios en el proceso de construcción social». Así, recomienda a los encargados de la programación de TVE «innovar» en la TDT, pero «sin olvidar que la audiencia es un conjunto de individuos sociales que necesitan compartir y aprender unos de otros». «No podemos perder el capital intangible que significa la confianza de los padres en nuestro servicio público», señala la defensora.

Fuente: ABC