Ficha:

 

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Profesionales del festejo

 

¿Cuál es el colmo a la hora de traducir el título original de una película? Cambiarlo y no traducirlo, conservando el idioma punto de partida. Será por eso del acento circunflejo que se menciona en uno de los muchos gags del film… Le sens de la fête, “El sentido de la fiesta”, que en España se conocerá como C’est la vie!, “Así es la vida”, viene a demostrar que Intocable no fue un espejismo a la hora de ofrecer un comedia bien orquestada. Punto clave de la carrera de Éric Toledano y Olivier Nakache, que enganchó con todo tipo de públicos, y ha dado pie hasta la fecha a dos remakes, la pareja de directores decepcionó un tanto con Samba, que quería presentar un punto de vista más dramático. Sin embargo aquí logran algo muy difícil, una comedia coral con un timing perfecto, amable como la que les dio fama, y donde los gags nunca se detienen y nunca agotan.

El film narra los preparativos de una boda de alto copete, principalmente y sobre todo desde el punto de vista de sus organizadores, la logística para que sea una velada perfecta, una auténtica fiesta. Lo que no significa que los novios y su familia no tengan una cierta presencia, sobre todo el pelmazo que va a casarse. En tal sentido podríamos ver el planteamiento al estilo de las populares series Arriba y abajo y Downton Abbey, aunque la preponderancia se concede a los planificadores, animadores, camareros, fotógrafo, etcétera, y a los obstáculos y desafíos que se les presentan durante el festejo: un novio ególatra y perfeccionista, que quiere dar un gran e interminable discurso, las desavenencias sentimentales del jefe de la empresa, que debería dar por acabado su deteriorado matrimonio para oficializar su amor con una de sus empleadas, el fotógrafo que debería preguntarse por qué sólo le llama a cubrir bodas una única persona, etcétera, etcétera.

Estamos ante una trama ligera y divertida, que no pretende desarrollar grandes filosofías, pero que invita a reírse de uno mismo, y afrontar las dificultades de la vida con buen ánimo, todo se puede sortear, incluso una intoxicación alimentaria o que los planes sorpresivos del novio no salgan exactamente como los tenía previstos. Con sentido positivo y optimista, de fiesta, se puede concluir que la vida es bella. El reparto es excelente, pero sobresale Jean-Pierre Bacri, muy, muy convincente como jefe capaz de abordar los problemas laborales, siempre ayudando a todo el mundo, pero que en lo personal no sabe muy bien cómo actuar.