Ficha: 100 min. | Drama | Comedia Público apropiado: Jóvenes Año: 2016 País: España Dirección: Icíar Bollaín Intérpretes: Anna Castillo, Javier Gutiérrez, Miguel Angel Aladren, Pep Ambrós, Carme Pla, Manuel Cucala, Paula Usero, Inés Ruiz, Ana Isabel Mena, María Romero El olivo como metáfora de las cosas que importan, el desarraigo, y la posibilidad de recuperar lo que parecía perdido. Alma siempre estuvo muy unido a abuelo Manuel, pero para ambos fue traumática la venta de ese árbol milenario en los años del boom económico, ella, entonces una niña, quedó marcada, y él se volvió taciturno, hasta un estado que pasado el tiempo, se diría senil. Con la sensación de que el abuelo se muere, Alma se embarca de la tarea imposible de dar con el paradero del olivo desaparecido, que resulta estar en Dusseldorf, Alemania, en el hall de una empresa supuestamente ecológica, incluso ha dado pie al logo de la compañía. Acompañado de su tío Alcachofa, y un amigo que la ama calladamente, Rafa, emprenden viaje en un camión para traerse el árbol, aunque ellos desconocen algunos detalles de la dificultad para llevar a buen fin tal meta. Icíar Bollaín maneja un guión de su marido Paul Laverty, y el resultado tiene la cualidad nada desdeñable de ser muy humano, con buen ritmo, flash-backs bien insertados, y perfecto encaje de la parte del pueblo con la parte de “road-movie”. Estamos ante una exploración de las mentiras y medias verdades que enturbian la vida familiar, especialmente la relación entre padres e hijos, una falta de confianza que dificulta el amor. También se trata la facilidad con la que nos desnortamos, concediendo prioridad a cosas de importancia muy relativa, como el tener, la prosperidad económica. Elementos como la crisis económica, la transformación de la vida en el campo, la defensa de la naturaleza, las redes sociales, el contacto con personas de otros países y culturas, se imbrican con gran naturalidad, sirven para construir una rica historia. Y están, por supuesto los personajes, muy interesantes, y que nos confirman lo gran actor que es Javier Gutiérrez, y nos llevan a descubrir a Anna Castillo, Pep Ambròs e incluso a no profesionales pletóricos de naturalidad, el Manuel que compone al abuelo es todo un portento, perfecto para lo que se necesita a la hora de hablar de los olivos. Hay muchos secundarios –las amigas de Alma, la gente del bar, las alemanas…– que están ahí con sus breves presencias, y descollan, su presencia no es caprichosa. Puestos a poner un pero, y aunque se pueda explicar por el estado de ansiedad y desconcierto de Alma, no se entiende por qué ignora a Rafa, no se da explicación alguna a su apuntada promiscuidad. Firma: José María Aresté