Michael Kovak es un joven seminarista con una fuerte crisis de fe. Con un pasado familiar doloroso y un futuro incierto, Kovak viaja a Roma para asistir a un curso sobre exorcismos en el Vaticano. Allí conoce a un experimentado sacerdote, con una fe a prueba de fuego, o eso parece. Lo que el joven aspirante contempla es tan fuerte que no puede dejarle indiferente.
Director: Mikael Håfström
Intérpretes: Anthony Hopkins, Colin O’Donoghue, Alice Braga, Toby Jones, Ciarán Hinds
Guión: Michael Petroni
Duración: 114′
Género: Thriller, Sobrenatural, Terror
Estreno: 18/03/11
Público: +18
Valoración: **
Contenidos (de 0 a 6): Humor 0 , Acción 2 , Amor 0 , Violencia 3 , Sexo 1
Crítica
Los productores de El exorcismo de Emily Rose compraron los derechos de un libro antes de que su autor hubiera escrito ni siquiera la mitad. En 2007, Matt Baglio quedó fascinado por la idea de una escuela de exorcismo en el Vaticano, y decidió escribir sobre ello tras conocer a un sacerdote norteamericano que estaba participando en sus cursos.
La adaptación la ha llevado a cabo un coguionista de la tercera entrega de Narnia y aborda, como suele ser habitual en este género pseudoreligioso, el tema de la fe, la increencia y el agnosticismo. El punto de partida, el personaje del joven seminarista, es justamente uno de los puntos débiles. No es verosímil su proceso, ni su interpretación.
Håfström, que ya apostó con mejor acierto por el terror en 1408, entrega un film más de este subgénero (posesiones diabólicas) tan prolífico en una época de supuesto agnosticismo. La lástima es que hay demasiado estereotipo, también en la relación maestro-discípulo: el joven descreído y el anciano experimentado pero poco ortodoxo, en medio un conjunto de curas y monjas malcarados y con rostro de sospecha (que, por otra parte, no conducen a ninguna parte).
Se la ha comparado en lo externo y pirotécnico con el clásico El exorcista, pero tampoco busca competir con ella. Y tampoco puede compararse, sin salir mal parada, con la profundidad de El exorcismo de Emily Rose. Correcta en algunos plateamientos básicos sobre el mal en el mundo y las inquietudes entorno a la fe, la película no es redonda ni mucho menos, quizá porque busca más el efecto comercial que cierta densidad.
Firma: Lourdes Domingo