Ficha: 98 min. | Comedia Público apropiado: Jóvenes Año: 2015 País: Francia Dirección: Ivan Calbérac Intérpretes: Claude Brasseur, Noémie Schmidt, Guillaume De Tonquedec, Frédérique Bel, Thomas Solivéres, Valérie Kéruzoré, Stéphan Wojtowicz, Antoine Glemain, Grégori Baquet, Anne Loiret La joven Constance vive en Orleans con sus padres y su hermano pequeño. Pero está ahogada en ese pequeño mundo de pueblo, trabajando en la frutería de su padre. Anhela estudiar, aspirar a algo más, pero le pesa su torpedad a la hora de enfrentarse a la vida, de superar exámenes. Lo vuelve a intentar cuando decide marchar a París con el deseo de matricularse en la universidad. Para ello conseguirá alquilar una habitación en la casa del Sr. Henri, un viejo cascarrabias que le dejará vivir en su casa con la condición de engatusar a su hijo para que abandone a su esposa, una mujer que no es del agrado del anciano. Amable comedia procedente de Francia, país que sabe entregar con cierta frecuencia un tipo de películas sencillas y a menudo entrañables que tienen su fuerza en las relaciones cotidianas de personas normales, en donde salen a relucir sentimientos reconocibles y genuinos. Justo es reconocer que a la hora de abordar estas cuestiones el país vecino es un auténtico maestro. En este caso, Ivan Calbérac adapta su propia obra de teatro, que habla de un tema ya tratado varias veces con éxito en el cine galo, la relación entre dos personas de edades muy diferentes, en la juventud y en la vejez, con sus tiras y aflojas, con sus mutuos aprendizajes y sabidurías, como sucede en La chica de París o Mis tardes con Margueritte, por ejemplo. También discurre por esos parajes El Sr. Henri comparte piso aunque quizá queda la sensación de que podría haber dado para más, pues aunque contenga momentos logrados había espacio para mayores conflictos, parece huir excesivamente de la emotividad y apenas se regalan escenas memorables. Dibuja correctamente el film los caracteres de los personajes –ahí la procedencia teatral ayuda–, el cascarrabias, el hijo torpe, la nuera estirada, la joven vital que siente el peso del mundo encima. Y la trama se sigue con regocijo. Por contra se echa de menos una mayor evolución en los personajes, al tiempo que se adoptan ciertos giros demasiado tópicos, que no es cuestión de mencionar. En cualquier caso el film ofrece una visión positiva de la compatibilidad entre generaciones, cómo el nexo de unión puede sacar lo mejor de ambas a pesar de las obvias diferencias. Destaca sin duda entre el reparto una dulce y talentosa Noémie Schmidt (Manual de un tacaño). Firma: Pablo de Santiago