Ficha: 120 min. | Ciencia ficción | Acción Público apropiado: Jóvenes Año: 2016 País: EE.UU. Dirección: Roland Emmerich Intérpretes: Liam Hemsworth, Joey King, Maika Monroe, Jeff Goldblum, Charlotte Gainsbourg, Vivica A. Fox, Bill Pullman, Brent Spiner, William Fichtner, Sela Ward, Jessie Usher, Travis Tope, Angelababy, Garrett Wareing, Grace Huang Han pasado dos décadas desde que la Tierra sobreviviera a aquella invasión alienígena, tras la que la conmemoración del 4 de julio se hizo extensiva como Día de la Independencia para todo el planeta Tierra. Los países aprendieron a superar sus diferencias y ahora viven en paz y armonía. Gracias a los restos de tecnología del enemigo que quedaron abandonados, la humanidad ha realizado grandes avances, sobre todo en cuanto a vehículos antigravitatorios y cazas de combate se refiere. Sin embargo, David Levinson, científico que dio con la solución a la amenaza, advierte de que el enemigo regresará un día. No es el único que piensa que esto puede ocurrir, pues el que fuera presidente entonces, Thomas J. Whitmore, está obsesionado con que el retorno se producirá. Lo que ha dejado claro a su círculo íntimo, que incluye a su hija, Patricia, y a Dylan, vástago del fallecido Steven Hiller, que ha seguido sus pasos como piloto del ejército. Sorprende que haya tardado veinte años en rodarse la secuela de un blockbuster que en su día recaudó más de 800 millones de dólares, sobre todo porque su máximo artífice, como director y guionista, Roland Emmerich, no ha buscado caminos nuevos precisamente; la mayor parte de lo que ha rodado desde entonces variaba muy poco, pues Godzilla, El día de mañana o 2012, sólo traían como novedad qué desastre reemplazaría a los extraterrestres a la hora de poner en peligro al mundo. Pero al final, el cineasta alemán ha cedido a las presiones de Fox, y retoma su mayor éxito. La falta de acuerdo con la principal estrella del original, Will Smith, no ha supuesto un gran quebradero de cabeza a la hora de componer el libreto. Su rol lo ocupa su vástago en la ficción, encarnado por el joven en alza Jessie Usher (Level Up), y con un par de llamativas fotos a gran tamaño que recuerdan al ‘difunto’, asunto zanjado. Por lo demás, repite el grueso del coral reparto, con Bill Pullman, Brent Spiner, Vivica A. Fox y Jeff Goldblum de nuevo en la piel de sus personajes, con el añadido de alguna joven promesa, Liam Hemsworth y Maika Monroe, y de alguna actriz prestigiosa, como la francesa Charlotte Gainsbourg. Aunque aquí hablar del reparto es lo de menos. No desentonan, pero tampoco tienen mucho tiempo para lucirse, ni sus personajes están demasiado desarrollados. Por ejemplo, se atisban posibilidades en la relación amor-odio Goldblum-Gainsbourg, pero queda reducida a pavesas. A un film de Emmerich se va a ver cómo explota el Puente de Londres, la Casa Blanca (de nuevo), etc., y eso sí que abunda. Se supone que en una secuela debe haber más explosiones que en el original, aquí resultaría imposible, en todo caso las mismas, así que como apunta el personaje de Goldblum… ¡las naves invasoras son más grandes! Quizás se echa de menos algo del humor voluntario (o involuntario) del original, pero nadie que pague una entrada se sentirá engañado. Emmerich sirve lo que se esperaba, entretenimiento ligero de verano para toda la familia. Tras dirigir la vilipendiada por la crítica Stonewall, en torno a una tragedia que incidió en el movimiento homosexual, el realizador proclamó a los cuatro vientos que en esta superproducción metería a una pareja gay. Sin embargo, todo se ha quedado en guiños, en la relación entre un soldado negro y un contable friki, que el grueso del público ni captará. Firma: Juan Luis Sánchez