Ficha: 127 min. | Biográfico | Drama Público apropiado: Jóvenes Año: 2017 País: EE.UU. Dirección: Niki Caro Intérpretes: Jessica Chastain, Daniel Brühl, Johan Heldenbergh, Iddo Goldberg, Efrat Dor, Shira Haas, Michael McElhatton, Timothy Radford, Martha Issová, Frederick Preston, Goran Kostic, Arnost Goldflam Adaptación al cine de “The Zookeeper’s Wife: A War Story”, de Diane Ackerman, que recrea la historia real de Jan y Antonina Zabinski, el director del zoo de Varsovia y su esposa, que durante la II Guerra Mundial contribuyeron a esconder en las instalaciones del mismo a numerosos judíos. La trama comienza en 1939 cuando todo parece en calma, por lo que los visitantes acuden a ver las diversas especies, y llega a la capital polaca el Dr. Lutz Heck, jefe del zoológico de Berlín. Poco después comienza la invasión nazi, los animales sufren las consecuencias de los bombardeos, por lo que Heck propondrá llevárselos a Alemania (y si puede llevarse consigo a Antonina, mejor). Al mismo tiempo, los judíos son recluidos en el guetto… La neozelandesa Niki Caro (Whale Rider, En tierra de hombres) logra que la historia funcione con una realización academicista, y hasta filma alguna secuencia impactante, sobre todo la de los animales bajo las bombas por la ciudad. Y apunta alguna idea curiosa, como la de la pureza racial de los animales, en sintonía con la consideración de los judíos como inferiores. Sin embargo, no logra capturar igual de bien las dificultades para sobrevivir de los humanos, pues pocas víctimas están bien retratadas, si acaso una adolescente. Los protagonistas no pasan de ser meros esquemas, sobre todo el marido, encarnado por el belga Johan Heldenbergh, que a pesar de sus esfuerzos por encarnar a un héroe de la resistencia no logra salvar del todo al personaje. Tampoco Daniel Brühl consigue que el suyo tenga tres dimensiones, pues su zoólogo de Hitler se queda en una especie de psicópata. A pesar de todo, se salva Jessica Chastain, que trata de suplir las carencias de su Antonina en el guión, con su enorme expresividad, y hasta se ha trabajado el acento polaco. Se convierte en la principal razón para el visionado de La casa de la esperanza. Firma: Juan Luis Sánchez