The Mule
- 116 min. | Thriller | Drama
- Público apropiado: Jóvenes
- Año: 2018
- País: EE.UU.
- Dirección: Clint Eastwood
- Intérpretes: Clint Eastwood, Taissa Farmiga, Bradley Cooper, Michael Peña, Laurence Fishburne, Clifton Collins Jr., Dianne Wiest, Alison Eastwood, Manny Montana, Noel Gugliemi, Daniel Moncada, Katie Gill, Andy García
- Crítica decine21.com por José María Aresté
Nunca es demasiado tarde
Una película basada en hechos reales, describe el singular camino a la redención de Earl Stone, un octogenario experto en cultivar flores, ocupación que le ha llevado a recorrer a lo largo y a lo ancho los Estados Unidos, pero al precio de descuidar a su familia, esposa, hija, nieta, de los que se ha distanciado. En tiempos de internet su negocio se va al traste, pero casi por casualidad, le reclutan de un cártel mexicano para transportar droga, porque es la tapadera perfecta, además de un conductor seguro, con un historial sin multas. Acepta un encargo, y no más, sin querer saber muy bien lo que transporta, pero luego viene otro, y otro, y otro… El dinero viene muy bien para ayudar a las necesidades de ancianos, algunos veteranos de Corea, como él, e incluso a esa familia a la que ha perdido. Entretanto Colin Bates, un agente del FBI, con ayuda de su compañero Trevino, pisan los talones al cártel, y desean asestarle un golpe identificando y deteniendo a Tata, el sobrenombre de la «mula» que más kilos de cocaína está moviendo en este momento.
Clint Eastwood dirige y protagoniza una agradable, inteligente y nada complaciente historia, que le va como anillo al dedo, y que en parte es complementaria de Gran Torino, de hecho comparte guionista, Nick Schenk. Aunque si ahí encontraba a una nueva familia tras la alienación producida con la suya, en la película que nos ocupa se trata de valorar lo que ha perdido, arrepentirse y aprovechar, tal vez, una segunda oportunidad. Estamos además ante una nueva reivindicación de la ancianidad y la experiencia de la vida, la posibilidad de poder tomar aún decisiones, y de aceptar la responsabilidad por las propias acciones, la vida sigue, y «aunque tengas 99 años, deseas cumplir 100». Rodada casi al mismo tiempo que otra película de cineasta legendario de edad similar, con personaje que se salta la ley y basada en hechos reales, The Old Man & the Gun, está claro que Eastwood gana la partida sobradamente a Robert Redford, su film es superior.
La cinta, rodada con el elegante clasicismo que caracteriza al cine de Eastwood, donde convive el drama con leves apuntes humorísticos que dinamitan la omnipresente corrección política, presenta una gran humanidad en la definición de los personajes que pululan alrededor de Earl, y que se encuentran en tres campos, fundamentalmente: el familiar, donde destacan la esposa, Dianne Wiest, la hija, Alison Eastwood, y la nieta, Taissa Farmiga; el del narcotráfico, donde a pesar de ser unos mafiosos, matones sin demasiados escrúpulos, les dota de rasgos humanizadores, ya sea el jefe del cártel de la vieja guardia, Andy García, o las «niñeras» a los que da sabios consejos a pesar de sus malos modales; y el policial, donde tienen cierta magia las escenas que comparten Eastwood y Bradley Cooper, pues ambos podrían estar tropezando en la misma piedra del descuido familiar. Inclusos los más secundarios, e incluso sin diálogo, están muy bien perfilados, con actores bien seleccionados para interpretarlos.