Ficha: 116 min. | Terror | Thriller Público apropiado: Jóvenes-adultos Año: 2016 País: EE.UU. Dirección: M. Night Shyamalan Intérpretes: James McAvoy, Anya Taylor-Joy, Haley Lu Richardson, Kim Director, Sterling K. Brown, Jessica Sula, Brad William Henke, Betty Buckley En todas las películas, para su mayor disfrute, conviene saber del argumento cuanto menos mejor. En las del director de El sexto sentido, con más razón. Por no desvelar de más, pongamos que en el punto inicial la joven Casey espera con dos amigas que su padre –que será quien conduzca– se meta en el coche, pero cuando se abre la puerta irrumpe un desconocido con aspecto siniestro. Después de que su carrera hiciera aguas, con las fallidas Airbender: el último guerrero y After Earth, M. Night Shyamalan empezó a recuperarse con la correcta La visita, que venía a ser una reinvención de sí mismo, sin renunciar a su propia personalidad y a sus constantes. Se podría decir que Múltiple supone un paso más en esa línea. Esto significa que, al menos en apariencia, se trata de un thriller sencillo, en comparación con obras como La joven del agua, que como el anterior trabajo transcurre casi en un único escenario. Engancha más, estamos ante su obra más sólida de la última década, pues otra vez crea una atmósfera inquietante, labor que se le da mejor que a nadie, pero no la estropea con humor grotesco, utiliza de forma modélica las largas secuencias dialogadas, incluye un par de sustos y secuencias de suspense para no ver antes de irse a dormir, y no falta alguna sorpresa que dejará boquiabierto sobre todo a los incondicionales. Nada de esto funcionaría sin las trabajadas interpretaciones del reparto, en el que sobresalen sobre todo los dos antagonistas principales, la cada vez más en alza Anya Taylor-Joy, que dio muestras de su notable talento en La bruja, y el siempre sorprendente James McAvoy que esta vez sale airoso de interpretar a un psicópata con múltiples personalidades muy diferentes sin caer en lo forzado. Temáticamente, enlaza con algunas obras previas del realizador, pues aborda la comunicación; de nuevo aparece la figura del psiquiatra que trata de llegar al interior de su paciente, aquí una mujer, la veterana Betty Buckley, que ya aparecía con el realizador en El incidente. Y también las consecuencias del sufrimiento, que puede dar lugar al victimismo, y al nacimiento de la maldad en quien ha padecido mucho, o por el contrario puede servir para autosuperarse, como se vio en otro conocido título del cineasta. Firma: Juan Luis Sánchez