Ficha:

Director: JK Youn

Intérpretes: Hwang Jung-min, Kim Yunjin, Oh Dal-su, Jung Jin-young

Duración: 126 min.

Público: Jóvenes

A menudo asociamos la idea de cine coreano con impactantes películas de acción y thrillers desmadrados pero de gran calidad narrativa. Oda a mi padre es, sin embargo, un largometraje dramático que nos recuerda más al chino Zhan Yimou que a las citadas cintas violentas.

Estamos en diciembre de 1950 y el puerto de Hungnam está lleno de refugiados de la guerra de Corea. En medio del caos, Duk-soo, de 12 años de edad, ve cómo su vida cambia en un abrir y cerrar de ojos cuando su mano resbala y pierde el rastro de su hermana menor, a la cual había prometido no soltar nunca. Dejando atrás a su padre que se queda a buscarla, Duk-soo, y otros miembros de la familia escapan a Busan y se establecen en el bullicioso Mercado Gukje, esperando a que llegue el resto de la familia. Así arranca una película-río que nos va a llevar hasta la ancianidad de Duk-soo.

El director de Corea del Sur JK Youn lleva a la pantalla una historia que siempre quiso contar como homenaje a tantos padres anónimos que gastan la vida por los suyos. Para ello ha contado con un guion y con unos intérpretes de máximo nivel en Corea. “Siempre he sentido pena por mi padre, que a lo largo de esa época de pobreza y lucha siempre vivió no para sí mismo, sino para toda su familia. Espero que esta representación de la generación de nuestros padres, quienes ferozmente sobrevivieron a su época, pueda inspirarnos a todos para volver a mirar nuestras vidas con una nueva luz”.

Estas declaraciones del director se traducen en una puesta en escena vigorosa, con algunos momentos de gran dramatismo, combinado con otros más humorísticos que dan respiro a la narración.

 

Firma: Juan Orellana.