ESTRENO EN CINES EL 27/08/2010

Dirección: Woody Allen

Intérpretes: Antonio Banderas, Josh Brolin, Anthony Hopkins, Gemma Jones, Freida Pinto, Lucy Punch, Naomi Watts, Pauline Collins, Eleanor Gecks

Guión: Woody Allen

Duración: 98 min.

Público apropiado: Jóvenes-adultos

Género: Drama

Por decine21

conocerasalhombreCLa vida es ruido y furia, y en último término no significa nada. Woody Allen encierra su película en esta cita shakespeareana leída en clave nihilista, para mostrar la patética existencia de una serie de personajes, perpetuamente insatisfechos, y cuyos anhelos, cuando se cumplen, conducen a la frustración, por lo efímero de los mismos.

Ellos son Alfie y Helena, un matrimonio maduro que se acaba de divorciar. Él se niega a aceptar su ancianidad, y acabará uniendo su vida a una supuesta actriz, que ejercía la prostitución para redondear su sueldo. Ella, angustiada, acude a una farsante adivina, Cristal, que le dice lo que quiere oír. Están además Sally, la hija única de Alfie y Helena, que trabaja en una galería de arte, cuyo matrimonio con Roy, médico trocado en escritor no marcha bien. Ambos alimentan fantasías de otras posibles relaciones, ella con su jefe, él con la musicóloga vecina de enfrente.

En la segunda producción de Mediapro de una película de Woody Allen, el cineasta neoyorquino acierta en no ambientar su historia en España -error de bulto en Vicky Cristina Barcelona, pues Allen no ha captado la idiosincrasia hispana-, de modo que vuelve a Londres. Y algo de coincidencia hay con su otra película londinense Match Point, su descorazonadora y cínica visión de los avatares humanos, donde sólo cuenta el azar, y donde la capacidad para contruir la felicidad resulta muy escasa. Sin apenas espacio para el humor, Allen se permite una pirueta con tirabuzón, por así decir, la ironía de que la adivina estaría acertando en sus predicciones, para luego lanzar la carga de profundidad de que ni en broma va a permitir tal salida a la resolución de su trama.

Woody Allen cuenta con un reparto magnífico, todos están perfectos en sus respectivos roles. Es cierto que sigue dando vueltas a sus temas de siempre, pero caramba, lo hace con un increíble talento. La escena de la ventana de Josh Brolin, que sugiere que vuelve a estar como al principio de la película, es de una asombrosa inteligencia. De nuevo tenemos tipos humanos tremendamente egoístas, que buscan únicamente su personal felicidad, llama la atención en tal sentido la total ausencia de acciones desinteresadas en ninguno de los personajes.