Disney hizo oficial la compra de la sección de entretenimiento de Fox, 21st Century Fox, por 52.400 millones de dólares. Con esta compra, Disney da un paso más para el futuro de la compañía, en lo relativo a su plataforma en streaming. Tras adquirir de forma escalonada los dominios de Pixar, Marvel y Lucasfilm en el pasado, ahora tendrán a su disposición franquicias como Alien, X-Men, Depredador, El planeta de los simios, Los Simpsons o Avatar, el universo que James Cameron planea estirar hasta el cansancio. Suyos son todos los superhéroes Marvel a los que se unen toda la gama de personajes mutantes que vienen con X-Men. Un golpe en el terreno del cine. Pero puede que el mayor impacto de esta noticia venga de la mano del contenido para televisión. La guerra por la televisión online dio un nuevo paso cuando este verano, Disney rompió su acuerdo con Netflix. En 2019 su contenido desaparecerá de la aplicación ya que los ejecutivos de Disney han desvelado su plan para lanzar su propia versión con contenido de la empresa. Por ello no es de extrañar la adquisión que acaba de hacer. Con esta compra contarán con activos como Padre de familia, Modern Family, Empire o Homeland, más contenido para vender a las plataformas interesadas o para alimentar la suya propia, Hulu. Hasta ahora era suya en un 30 por ciento. Con la compra de Fox pasará a tener el 60 por ciento. También tendrá presencia en el ámbito deportivo con canales como Fox Sports West, YES Network o Prime Ticket, además de canales nacionales de cable como FX y FXX, que emiten programas como American Horror Story, Fargo o It’s Always Sunny in Philadelphia. Todo un golpe en la mesa para la que se convertirá en una plataforma streaming que hará una dura competencia a Netflix, HBO y compañía.   Firma: Patricia Vázquez