Estamos en 1943. Los aliados están decididos a acabar con el control de Hitler en la Europa ocupada y planean un asalto total a Sicilia; pero se enfrentan a un desafío imposible: cómo proteger a sus tropas de una posible masacre durante una invasión de enormes proporciones. La operación depende de dos brillantes oficiales de inteligencia, Ewen Montagu y Charles Cholmondeley que diseñan la estrategia de desinformación más inteligente descabellada de la guerra, centrada en el agente secreto más improbable: un hombre muerto.
Crítica El arma del engaño (2021)
- Por Juan Luis Sánchez | DECINE21
El falso capitán
A principios de 1943 los aliados preparan un desembarco en Sicilia que puede resultar crucial para liberar Italia y debilitar al ejército de Hitler. Pero se impone que el enemigo desvíe a las tropas a otro lugar, por lo que la Inteligencia Británica trata de hacerles creer que tienen como objetivo en realidad Grecia. Para ello, los oficiales Ewen Montagu y Charles Cholmondeley conciben un plan que consiste en soltar desde un submarino hacia las costas de Huelva el cadáver de un supuesto soldado británico muerto, que lleva consigo un maletín con documentos que sugieren lo que se pretende hacer creer a los alemanes. En la España neutral operan espías del Tercer Reich que podrían picar y trasladar esta información a sus superiores. Así que Montagu y Cholmondeley se hacen con un cadáver e inventan un personaje, el capitán William Martin, al que dotan de falsos antecedentes. La empleada del MI5 Jean Lesley presta una foto suya para fingir que se trata de la novia del fallecido…
Reconstrucción de la Operación Carne Picada, un episodio decisivo de la Segunda Guerra Mundial, que ya había dado lugar al film El hombre que nunca existió, dirigido en 1956 por Ronald Neame, Esta vez se adapta un libro bastante documentado de Ben Macintyre, que ha dado lugar a un guión modélico, elegante, y que no sólo condensa muy bien todos los sucesos reales, sino que sabe hacerlos atractivos para la gran pantalla y dosificar el suspense, añadiendo algo de romance, e incluso momentos de humor. Recuerda a películas como El discurso del rey, también con Colin Firth, o Descifrando Enigma, que ponen de manifiesto que la labor fuera del frente resultó decisiva durante la II Guerra Mundial.
El realizador británico John Madden sale mejor parado en esta ocasión que de su otra incursión en la contienda, La mandolina del capitán Corelli, muy alejada de sus mejores trabajos, como Su majestad Mrs. Brown, o la exitosa Shakespeare enamorado. Sobre todo sabe sacar partido a actores de primera fila, como el citado Firth, que sabe imprimir calidez a Montagu, judío alejado de su familia que desarrolla un fuerte vínculo con la viuda Jean, a la que da vida la sólida Kelly Macdonald (Line of Duty), en uno de sus mejores trabajos. No se quedan atrás Matthew Macfadyen, en la piel de Cholmondeley, Jason Isaacs como el superior de los protagonistas, el reputado almirante John Godfrey y el quizás menos conocido Johnny Flynn como asistente de este último, un tal Ian Fleming, implicado en este suceso histórico, que utilizó a su jefe como inspiración para crear al célebre James Bond. También tienen espacio para lucirse los actores españoles Pedro Casablanc y Pep Tosar.