Sheldon Cooper es uno de los personajes más divertidos de la televisión reciente. Él es el motor indiscutible de “The Big Bang Theory”, una de las series más vistas en todo el mundo. Su genialidad asocial genera constantes equívocos con sus amigos superdotados y el resto de la humanidad que le observa como un ser alienígena y superdotado. “El joven Sheldon” es un spin-off sobre la infancia de este personaje desde que tiene 9 años. Como es lógico su crecimiento muestra sus múltiples manías e incapacidades sociales. Pero mientras que el Sheldon universitario es tronchante y no deja de sorprender a pesar de llevar vivo casi 300 capítulos, su versión infantil aburre desde el primer capítulo.

El actor que ha sido seleccionado para esta nueva serie (Ian Airmitage. al que ya vimos en “Big Little Lies”) da un perfil de niño repelente que no genera ninguna simpatía. Simplemente es un niño sapientín perfectamente uniformado como si fuese un adulto de hace medio siglo. Tampoco la familia ofrece algún perfil interesante que tenga una cierta complicidad o conflicto divertido con Sheldon. Falta ironía, ingenio, trama… Falta Sheldon. Y aunque los capítulos no llegan a los 20 minutos se hacen tediosos ante la acumulación de gags muy poco imaginativos.

Aunque Chuck Lorre (creador de “The Big Bang Theory”) aparece como el responsable de esta serie, parece claro que su participación ha sido bastante testimonial. Además, entre los múltiples guionistas de la serie, hay varios que tienen muy poco recorrido en comedias de cierta calidad y eso se nota. No basta un buen personaje para hacer un buen spin-off y esta serie evidencia la falta de personalidad y motor propio.


Calidad del contenido: 2´5/5
Violencia: Todos
Miedo: Todos
Sexo: + 12
Drogas: + 12
Conductas imitables: +12
Lenguaje: +12


Sobre el crítico

Claudio Sánchez de la Nieta

Crítico de cine y televisión de iCmedia, Aceprensa y Fila Siete. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid