John Matthews es dueño de una constructora y lleva una vida placentera junto a su mujer y a su hija. Un día Jonh recibe la llamada de su ex-esposa Sylvie, en la que le comunica que el hijo de ambos, Jason, ha sido detenido.

Este joven, que estaba a punto de empezar la universidad, se enfrenta, ahora, a una pena de cárcel de entre diez y treinta años, por un delito relacionado con el narcotráfico. A John no le queda otra opción que pactar con la fiscal, Joanne Keeghan, para rebajar la condena de su hijo. Keeghan sacará en menos de un año al chico de la prisión si John le lleva hasta algún pez gordo del tráfico de drogas.

Director: Ric Roman Waugh

Intérpretes: Dwayne Johnson, Jon Bernthal, Susan Sarandon, Nadine Velazquez, Harold Perrineau, Michael Kenneth Williams

Guión: Ric Roman Waugh, Justin Haythe

Duración: 112′

Género: Acción, Drama

Estreno DVD: 16/10/2013

Público: +16

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 0

Acción: 2

Amor: 0

Violencia: 2

Sexo: 0

Crítica:

Que la película esté basada en hechos reales puede ser un aliciente para el público americano, pero aquí ese dato no deja de ser algo anecdótico. Y es que si la cinta pretende abrir un debate sobre algunas leyes injustas o desmesuradas contra la droga, fuera de los EE.UU. esa lucha se juega en otra liga y cada país tiene la suya.

Dejando a parte el planteamiento político, El mensajero también ofrece un debate moral. La historia se fragua a base de decisiones incorrectas: la del hijo, la del empleado y hasta la de la fiscal, para llegar a un desenlace donde el fin justifica los medios y donde los personajes “no tienen alternativa”. Una interesante propuesta sobre la que se pueden entablar sugestivas discusiones.

A diferencia de lo que se podría esperar de una cinta sobre drogas, narcotráfico, misiones encubiertas y un Dwayne Johnson actuando a lo Denzel Washington, la acción no es el punto fuerte de la película. Los guionistas han manejado la historia desde una vertiente humana y social, trabajando la idea de que las decisiones personales influyen, queramos o no, en la vida de los que nos rodean. Con todo, no hay momentos muertos ni silencios en el ritmo equilibrado del film, que se acelera en alguna persecución en muy contadas ocasiones.

Para disfrutar de este título no hay que esperar grandes interpretaciones, ni diálogos brillantes (en este punto, más bien lo contrario), ni un argumento que haga trabajar las neuronas, sólo un metraje aceptable, construido con medios y en el que se respetan, uno a uno, los componentes básicos para que una historia funcione.

El mensajero es, sin duda, una opción para los jóvenes que no encuentran en la actualidad muchas ofertas aceptables en la gran pantalla.


Fuente: Mar Pons (www.taconline.net)