.Fuente: Finanzas.com

·Escrito por abarajas
·29 Abril, 2009

television-movilLa crisis ha impactado en el sector de las telecomunicaciones pero las previsiones apuntan a un líder indiscutible: los terminales con teléfono, internet y TV. Desde que la crisis mostró su cara más dura, en septiembre de 2008, todas las recetas caseras para combatirla llevaban un ingrediente básico; recortar el gasto del móvil. Y ése precisamente ha sido el mayor azote que han recibido las telecomunicaciones. En España, el llamado ‘hipersector’ facturó 102.668 millones de euros el pasado año. Una cifra que confirma su estancamiento, según el informe anual de la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España (AETIC).
El gran golpe lo han recibido la industria de telecomunicaciones y la electrónica de consumo, con un descenso en su facturación del 10% y el 15% respectivamente. Durante los últimos meses de 2008 y principios de 2009, los españoles han aprovechado la guerra de precios entre los operadores móviles virtuales (OMV) y las tres compañías dominantes: Telefónica, Vodafone y Orange para recortar gastos. Según la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), Yoigo y los OMV se han hecho con más del 40% de los nuevos clientes durante el último trimestre.
El sector resiste
A pesar de todo, éste es uno de los sectores que mejor está resistiendo la crisis. «Ha demostrado una gran flexibilidad y capacidad de innovación. Pero, además, estamos inmersos en la quinta gran revolución tecnológica de la historia», explica Jesús Banegas, presidente de AETIC. No es el único que espera que sean las telecomunicaciones las que arreglen el roto que han hecho a la economía las malas prácticas de Lehman Brothers y sus colegas. Y es que en medio de la tormenta financiera hay un sol que no ha dejado de brillar: el iPhone. El último ‘cacharro’ de Appel ha incrementado sus ventas, nada menos que un 248%, y eso a pesar de la caída de final de año.
Incluso en plena crisis los consumidores no tienen reparos en pagar los 199 euros que cuesta este smartphone. ¿La razón? «El iPhone ha abierto la caja de pandora de lo que habrán de ser los móviles del futuro. Ahora todas las empresas se han lanzado a ofrecer algo parecido», explica Latorre, directora de márketing residencial de Telefónica.
Tendencia imparable
Efectivamente, la crisis ha frenado la renovación de terminales y ha reducido el consumo, mientras la ‘guerra’ de precios ha mermado beneficios, pero lo que está claro es que cuando termine nada volverá a ser como antes. «La convergencia entre móvil e internet es imparable. Y, por lo tanto, se necesita más velocidad y, sobre todo, más versatilidad para personalizar las ofertas», explica Jesús Banegas.
El terminal para decir «tranquilos, he llegado bien a casa» es cosa del pasado. Ahora ya se manda una foto, se cuentan los avatares del viaje en Facebook y se anuncia en Twitter que uno se va a tomar una cervecita. Los usuarios han tomado la red. «En 2008 el tráfico generado por ellos ha superado al de las empresas, y se espera que en 2010 el 70% de todo el tráfico de internet esté en manos de los usuarios», afirma Andrés Font, director de Enter, comité asesor para la Sociedad de la Información. Aún más, según los datos de Telefónica, primer operador en España: el número de tarifas planas de acceso a internet contratadas en el último año, sólo en móviles, ha superado el millón.
Los grandes fabricantes ya están manos a la obra. El futuro es de los ’smartphones’, capaces de lo que los expertos llaman la integración de las tres pantallas: teléfono, ordenador y televisión. Y eso sin olvidar la creciente demanda de servicios GPS. Todo ello se traduce en cambios radicales en las estrategias empresariales. ¿O acaso alguien piensa que la irrupción de Google y su ‘Android’ en el mercado de móviles es mera casualidad? Nokia no está dispuesta a perder el liderato y trabaja duro para convertirse en una compañía de servicios audiovisuales e internet.
Además de los teléfonos inteligentes se atisban otras líneas de crecimiento. «No hay que perder de vista el ‘cloud computing’», apunta Font. O lo que es lo mismo, la economía de los contenidos virtuales, donde la información estará fuera de nuestros ordenadores -en alguna nube virtual- y se podrá acudir a ella cuando se necesite. Esta tendencia es clave para la reducción de costes, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, al tiempo que motor de crecimiento para aquellas que sepan explotarlo. Claro que todo este esfuerzo se puede quedar en agua de borrajas, fundamentalmente si no viene acompañado de una ampliación de las redes por las que han de transitar esos contenidos.