Un comando especial de alta montaña, compuesto por nueve experimentados soldados, es enviado a un desolado páramo de Colombia con el objeto de recuperar una base militar con la que se había perdido contacto hacía varios días creyendo que había sido blanco de un reciente ataque guerrillero.

 

 

 

 

 

 

Director: Jaime Osorio Márquez

Intérpretes: Juan David Restrepo, Mauricio Navas, Alejandro Aguilar, Julio César Valencia, Mateo Stevel, Nelson Camayo, Andrés Castañeda

Guión: Jaime Osorio Márquez, Diego Vivanco

Duración: 100′

Género: Bélico, Terror

Estreno: 11/01/2013

Público: +18

Valoración: *

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 0

Acción: 5

Amor: 0

Violencia: 6

Sexo: 0

Crítica:

Al llegar, la única persona que se encuentra en el interior de la base es una extraña mujer campesina fuertemente encadenada. Poco a poco el aislamiento, la incapacidad de comunicarse con el exterior y la imposibilidad de huir, socavan la integridad y la cordura de los soldados, haciendo que pierdan la certeza sobre la identidad del enemigo al tiempo que les crea dudas sobre la verdadera naturaleza de aquella extraña y silenciosa mujer.

Presos del miedo, la paranoia y de un oscuro secreto que llevan a cuestas, los hombres se enfrentan unos a otros, convirtiéndose en animales dispuestos a matarse para sobrevivir.

El colombiano Jaime Osorio Márquez, guionista y director de esta película, realizó sus primeros estudios cinematográficos en la Universidad de Rennes (Francia), ciudad en la que se inició en la supervisión de varias obras teatrales. Actualmente dirige una famosa serie de televisión en su propio país de origen.

Según el diccionario “Páramo” es: Terreno erial, raso y desabrigado. Cualquier lugar sumamente frío. Así nos hemos quedado después de la proyección de este título en el que, aparte de la incesante presencia de la sangre humana, la humedad, el lodo, la suciedad, las mutilaciones y por ende, la mayor sarta de maldiciones y frases groseras, no hemos sido capaces de entrar en el interior de ninguno de estos pobres desgraciados a los que se les encomienda una absurda misión que, con los medios logísticos de hoy en día, podría haber sido resuelta de forma más rápida y eficaz. Pero, evidentemente, en la trama no sucede así debido a los sucesivos y gratuitos sobresaltos y las escalofriantes escenas, que abundan durante los 100 largos minutos del metraje y que permitieron que la cinta pudiera presentarse a concurso en el último Festival Cinematográfico de Sitges.

Un única salvedad: Excelente fotografía, con una gran profusión de expresivos primeros planos que dramatizan todavía más las escalofriantes escenas del film.

Aviso para navegantes, terror a mansalva, sangre a borbotones y una colección de blasfemias y palabras malsonantes, de entre las que “h…de…p…” es de las más suaves.

Algunos dicen que el cine “educa”. Será otro cine.

 

Fuente: Joaquín Guitart (www.taconline.net)