Diana González González, especialista en identidad digital.

Diana González González, especialista en identidad digital.

Una paliza entre menores, un móvil en manos de otra persona presente que la graba, y su difusión y repercusión en las redes sociales son suficientes para que la grabación salte a los medios y a la opinión pública. Los hechos ocurrieron en Sabadell y el vídeo se difundió en los medios el pasado miércoles. El debate se centra ahora entre la deontología periodística y la ética, entre reproducirlo y cómo informar. Diana González (Pamplona, 1983), profesora asociada de la UN, además, aporta respuestas sobre el uso que hacen los más pequeños de los dispositivos móviles y de las redes sociales.

¿Es apropiado que un medio de comunicación, tanto tradicional como en Internet, publique un vídeo de estas características?

-Yo, personalmente, creo que no. No creo que el hecho de ver un acto violento sea más pedagógico. Tampoco se trata de obviarlo, porque la realidad es la que es, es dura, la verdad a veces hace daño, pero no es necesario ponerlo diez veces, ni hacer comentarios grotescos sobre la agresión, ni alentar los comentarios en las redes sociales. La cadena de comentarios fue muy dura, tanto para la víctima como para la agresora. De hecho, la propia agresora confirmó en su Facebook que era ella la autora de la agresión e intentaba justificar por qué la había cometido. Creo que la labor de los comunicadores, de los periodistas, de los adultos, en definitiva, es contrastar todo lo máximo posible, sobre todo, en estos temas que tratan de personas.

¿Qué valoración hace sobre la cobertura mediática que tuvo?

-En algunos casos fue espeluznante, fue pornográfica la forma de tratarlo. Además, el propio acto de subir el vídeo puede ser considerado un acto delictivo. Es incoherente intentar educar a los niños de que no suban determinados vídeos y que se compartan en la televisión, en la prensa, en los medios de comunicación on line. En el caso de Telecinco, por ejemplo, pusieron el vídeo cinco veces narrando la agresión paso por paso. Creo que esto no hace ningún bien a la víctima ni a la agresora. No existe una receta única, pero se trata de proteger a la víctima y también al agresor. No hay que olvidar que eran menores y en ningún momento nos hemos parado a pensar en como proteger a ambas personas.

¿Por qué los jóvenes graban y comparten este tipo de vídeos?

-La cuestión es que hemos perdido un poco el punto de vista del foco en la persona por el de la instantaneidad, la necesidad de contar. Poseemos aparatos tecnológicos muy accesibles y parece que tenemos la necesidad de contarlo todo, no solo los jóvenes, sino la sociedad en general.

¿Considera que existe cierta obsesión por estar presente en las redes?

-Existe la necesidad de contar para que los demás estén al tanto de lo que hacemos, para que nos den su visto bueno. En el fondo no deja de ser una cuestión de sentimientos, que los demás aprueben lo que hago, que valoren lo que digo, que estén pendientes de las fotos que me gustan, todo ese tipo de cosas que tienen que ver con la imagen y que en la sociedad está al orden del día.

¿Cómo repercute esta actualización continua en la persona?

-Todo lo que subamos a Internet se queda para siempre, y esto influye en tu propia identidad digital y en lo que vas a comunicar de ti en el futuro. Lo que hay que pensar es qué quiero que los demás vean de mí y si quiero que eso lo vean en cualquier sitio. Si esa foto apareciera en un tablón de anuncios en la mitad de la calle, ¿la subirías? A los niños yo les suelo decir que piensen que si su madre o su padre les estuvieran mirando por un agujerito mientras suben esa foto, ¿la subirían? Muchas veces se quedan pensando y dicen: «Si lo va a ver mi madre, para qué lo voy a subir».

¿Cómo educar a los más pequeños en el uso de las redes y dispositivos móviles?

-La clave es el principio de no hacer lo que no quieres que te hagan a ti. En el caso concreto del vídeo de la paliza es también la clave para enfocarlo desde todos los puntos de vista; desde el no tienes que pegar, pasando por el no tienes que grabarlo y subirlo, hasta el no te tienes que quedar pasivo mirando lo que pasa sino ayudar a tu compañera. Incluso desde el punto de vista de los medios cómo lo contaríamos si fuera nuestra hija o nuestra hermana. Pensar en no hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan.

Fuente: Unai Beroiz  (www.noticiasdenavarra.com)