esto_no_es_una_cita_20960

Roberto ha decidido intentar salir con Paula, una compañera de trabajo de la que está enamorado. Pero ella tiene una relación complicada con el director de recursos humanos de su empresa y solo accederá a los deseos de Roberto por despecho ante un nuevo abandono de su amante. Poco a poco, el interés mutuo irá creciendo a pesar de las diferencias de carácter y los continuos malentendidos.

Director: Guillermo Fernández Groizard

Intérpretes: Virginia Rodríguez, Darío Frías, Alexandra Jiménez, Fernando Cayo

Guión: Pablo Flores

Duración: 76′

Género: Comedia

Estreno DVD: 16/06/2014

Público: +18

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 3

Acción: 1

Amor: 1

Violencia: 0

Sexo: 3

Crítica:

Esto no es una cita es un loable intento de hacer una comedia romántica al estilo de las que nos llegan del otro lado del Atlántico. Tiene algo deConfidencias a medianoche, un poco de Cuando Harry encontró a Sally y un demasiado de Sexo en Nueva York. Sabe sacar el mismo partido de las calles y parques de Madrid que el que se suele obtener de Manhattan y los créditos recuerdan a Saul Bass y otros genios de los sesenta. Música de jazz, pegadiza y actual, ambienta y da vida a la película. En definitiva, grandes maestros para un potencial gran aprendiz.

El guionista Pablo Flores completa su primer trabajo y su director, Guillermo Fernández Goizard, apenas tiene experiencia fuera de las series de televisión. Quizá por eso han optado prudentemente por un metraje muy corto y quizá por eso, lamentablemente, su obra nos recuerde tanto a una serie de enredo cualquiera.

El film comienza bien, ágil y divertido. Recursos que no son originales (conversaciones cruzadas, repeticiones cómicas, pantallas divididas, rótulos sobreimpresionados –genial la escena con el what’s up-…) son utilizados sin abusar y al servicio de la historia.

Es fácil entrar y encariñarse enseguida con los dos protagonistas: Roberto, una suerte de Alfredo Landa moderno, y Paula, borde pero creíble. Parece que ambos van a protagonizar una historia de amor como las de antes, con desencuentros cómicos y diálogos tiernos con tendencia hacia el enamoramiento. Y así discurre la primera parte de la película hasta que se embarra en el (parece ser) inevitable encuentro sexual que monopoliza las conversaciones y es utilizado como previsible punto de inflexión hacia el desenlace.

Tierna y divertida, deja sin embargo cierta sensación de fraude. Si tan bien les iba a Roberto y Paula llevando su noviazgo sin acostarse juntos ¿por qué todos los amigos les presionan a que lo hagan? Si a partir del encuentro sexual les empieza a ir mal… ¿por qué seguimos haciendo películas en las que todo gira en torno a la obligatoriedad del sexo en cualquier relación de pareja? No sé, quizá la próxima comedia del año me lo responda.

Fuente: Esther Rodríguez (www.taconline.net)