Sinopsis

Tras la muerte de su padre, el rey Jorge V, y la escandalosa abdicación del príncipe Eduardo VII, Bertie, afectado desde siempre de un angustioso tartamudeo, asciende de pronto al trono como Jorge VI de Inglaterra. Su país se encuentra al borde de la guerra y necesita desesperadamente un líder, por lo que su esposa Isabel, la futura reina madre, le pone en contacto con un excéntrico logopeda llamado Lionel Logue.

Director: Tom Hooper

Intérpretes: Colin Firth, Geoffrey Rush, Helena Bonham Carter, Derek Jacobi, Jennifer Ehle, Michael Gambon, Guy Pearce, Timothy Spall

Género: Drama, Histórico

País: Reino Unido

Público: +12

Lenguaje: Coloquial

Año: 2010

Estreno DVD: 11-05-2011

Duración: 118′

Fecha de producción: 2010

Crítica

Son ya numerosos los premios que ha recibido esta película desde su estreno en septiembre y octubre (Estados Unidos y Reino Unido respectivamente). Los British Independent Film Awards, Satellite Awards, Festival de Toronto y varias candidaturas a los Globos de Oro y seguro que unas cuantas a los Oscar. Esto no es sinónimo de calidad. Pero en este caso, poco frecuente, público y crítica coinciden, así como festivales y galardones, en la sencilla grandeza de un film que convierte en heroico e interesante la lucha por superar un “defecto” como el tartamudeo.

El guión –de un televisivo escritor, así como firmante de algunos títulos de animación- es la base fuerte sobre la que se sostiene el existo lance de hacer cerana una monarquía que a muchos nos puede quedar muy lejos. Los personajes sencillos, encajados en unos espacios filmados por cierta estilización (abundan los contrapicados y frontales para aumentar la sensación de angustia del duque y luego rey ante sus intervenciones públicas), meten al espectador de lleno en la historia desde el primer minuto.

Tom Hooper demostró que sabe rescatar sucesos reales sin aparente carisma para relatarlos con fuerza en pantalla: The damned United. Tampoco puede negarse su buen hacer en ficciones televisivas como la premiada y también histórica John Adams o la literaria Daniel Deronda.

Con El discurso del rey, Hooper recuerda al espectador, también al de gran consumo –al que esta película llegará con bastante certeza- que el hombre y sus complejos y básicos problemas –como los miedos e inseguridades que  nos azotan o el deseo de cumplir ciertas expectativas de seres queridos- son comunes y tienen solución con apertura y deseo de cambio, y sobre todo con grandes apoyos en la familia y los amigos.

Un guión que podría parecer teatral –pero no lo es- juega con fluidez y acierto con un Shakespeare más vivo que nunca y provoca unos momentos divertidos, a pesar del dramatismo de las situaciones. Esta dinámica y natural combinación de comedia y drama –tan propio de la vida real- juega como punto de ventaja para una cinta que cuenta con un, casi seguro, inmejorable plantel de actores. Colin Firth y Geoffrey Rush –obligada versión original- dan un recital de profesionalidad y humanidad.

Firma: Lourdes Domingo