Violet y Tom son tal para cual. Viven en San Francisco y se conocieron durante la fiesta de fin de año. El flechazo fue instantáneo. Se quieren de verdad y pocos meses después Tom le pide que se case con ella. Por supuesto, Violet acepta. No pueden ser más felices. Las familias y los amigos están encantados. Sin embargo, los planes de boda se trastocarán debido a que Violet consigue un ansiado puesto de trabajo en la Universidad de Michigan. No pasa nada: retrasarán la boda y Tom dejará su prestigioso puesto de chef en San Francisco y marchará con ella al frío Michigan. Y se casarán cuando puedan, cuando sus vidas se estabilicen… Pero ¿y si ese momento nunca acaba de llegar?

 

 

Director: Nicholas Stoller

Intérpretes: Jason Segel, Emily Blunt, Alison Brie, Rhys Ifans, Chris Pratt, Chris Parnell, Kevin Hart, David Paymer, Jacki Weaver, Mindy Kaling, Mimi Kennedy, Randall Park

Guión: Nicholas Stoller

Duración: 124 min

Género: Comedia | Romántico

Estreno DVD: 02/01/2013

Público: Adultos

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor:  2

Acción: 0

Amor: 3

Violencia: 0

Sexo: 1

Crítica:

El director Nicholas Stoller (Todo sobre mi desmadre) vuelve a formar equipo con Judd Apatow para ofrecer una comedia en su línea de “cine de autor”, el de la nueva y gruesa comedia norteamericana. Apatow cuenta además como protagonista con uno de sus actores fetiche, Jason Segel (Paso de ti), que también ejerce como productor ejecutivo y coguionista. Eternamente comprometidos tiene un planteamiento argumental más clásico de lo habitual en Apatow y la historia es en líneas generales un poco más amable que otras generadas por el escatológico productor. Esto no impide, claro, que ofrezca un sinnúmero de molestas zafiedades sin las cuales parece que su cine carecería de sentido, para bien o para mal.

Pero, en fin, el talón de Aquiles de Eternamente comprometidos es el guión. Dista mucho de ser redondo; hay un claro estancamiento en el núcleo del conflicto (en parte porque resulta forzado) y el tramo final carece del encanto necesario para levantar el conjunto. Además, y esto es quizá lo más importante, falta chispa en la mayoría de los gags, chistes que presumiblemente tendrían que hacer despatarrarse al público y que no tienen el efecto deseado. Algunos arrancan la risa, claro, pero son más bien escasos. Lo mejor del film es el trabajo actoral, encabezado por una fascinante Emily Blunt, que demuestra una vez más su enorme talento. Segel está correcto, en su línea de lentorro y buena gente, mientras que los secundarios cumplen.


Fuente: www.decine21.com