Los filtros de contenido son herramientas diseñadas para bloquear el acceso a temas o información entendidos como inadecuados. Su principal objetivo es establecer un control parental para los menores en internet. La efectividad de estas herramientas no es total pues depende, en gran medida, de cómo las combinemos o configuremos. Sin embargo, lo que es seguro es que suponen una ayuda complementaria importante; sin olvidar que lo más conveniente es que los padres supervisen la navegación de sus hijos en internet ya que, estando a su lado, les pueden ayudar a adquirir hábitos provechosos.

A muchos padres les suena la existencia de este tipo de programas-filtro, aunque su uso no está todo lo extendido que debería, muchas veces por desconocimiento. Es una lástima esta falta de información, ya que estas aplicaciones son más fáciles de localizar de lo que uno imagina. Por ejemplo, encontramos opciones para configurar filtros de contenido tanto en los navegadores (Internet Explorer o Firefox), como en los buscadores (Google o Yahoo) para evitar resultados que se consideren inapropiados.

Los hay de muchos tipos: gratuitos, de pago, genéricos o para un filtrado específico y, normalmente, ofrecen numerosas posibilidades y flexibilidad en su configuración. Además de permitir el bloqueo a determinadas webs, contenidos o servicios en internet (chats, redes sociales, páginas de apuestas, pornografía…), ofrecen otras opciones interesantes como limitar el tiempo de navegación o impedir que los niños den información personal (nombres y apellidos, dirección, teléfono, email, nombre o dirección de la escuela) a desconocidos en internet.

Para ello, es preciso proporcionar al navegador o buscador la lista con la información que debe bloquear (un buen ejemplo gratuito es LogProtect). Generalmente, estos instrumentos permiten establecer perfiles distintos para diversos usuarios. Por ejemplo, uno parental (sin restricciones) y otro para los menores con las restricciones que especifiquemos.

Conviene estar familiarizado con términos como la “clasificación de contenidos”, ya que son los propios padres los que en ocasiones pueden añadir, personalizar e indicar qué contenidos son o no apropiados, estableciendo así las “listas negras” (lo que será bloqueado) y/o “listas blancas” (a lo que sí que se permitiría el acceso).

Algunos filtros gratuitos son Naomi, K9 Web Protection, ZamZom Control, ProCon (para Firefox), PicBlock (para contenidos de pornografía). Y algunas opciones de pago son Net Nanny, Optenet (gratuito en Andalucía), Cybersitter o Canguro Net (filtro de Telefónica), el más popular.

Fuente: Álex Estébanez ( www.taconline.net)