Vida en Port Isaac

Tres amigotes de Londres, que trabajan como representantes musicales, viajan a Port Isaac, un pueblo de la zona de Cornualles, para la despedida de soltero de uno de ellos. Cuando presencian una actuación musical de los pescadores del pueblo, el jefe de los forasteros decide gastar una broma al buenazo de Danny, comercial de la empresa: tiene que conseguir que ese grupo acceda a grabar un disco. Danny cae en la trampa y, aunque con muchas dificultades, acabará convenciendo a los lugareños. Pronto se entera de que todo ha sido una broma de mal gusto por parte de sus compañeros; sin embargo, Danny decide seguir adelante con el plan.

Estupenda comedia romántica británica servida con mucho gusto por el director Chris Foggin, el cual se inspira en la historia real de los “Fisherman’s Friends”, peculiarísimo grupo musical cuyo primer álbum con Universal Music, “Fisherman’s Friends de Port Isaac”, fue lanzado en abril de 2010 y logró el mayor éxito de ventas de la historia para un disco de música popular folclórica. Pero más allá de las canciones, el equipo de guionistas –Piers Ashworth, Meg Leonard, Nick Moorcroft– consigue en este film entretejer una historia encantadora, humana, con conflictos y romances en clave de comedia optimista, en la línea de otras películas de pequeñas comunidades como Tocando el viento o La gran seducción.

Fihserman’s Friends homenajea un tipo de vida más sencilla, alejada de las grandes ciudades, en donde las personas sólo piensan en el dinero. Foggin ensalza la amistad y la honda camaradería en esta visión idílica del pueblo de Port Isaac, en Cornualles, una zona de Inglaterra con asentadas tradiciones y muy celosa de sus diferencias. Resulta gracioso ese modo de mencionar a los forasteros como “emmett”, que significa “hormiga” en dialecto local, en referencia a su llegada en masa a la bella zona costera de la punta suroeste de Gran Bretaña. En este sentido, hay mucho sentido del humor en las tomaduras de pelo que sufre el recién llegado, un tipo que realmente parece al principio bastante despreciable y bobalicón, pero que poco a poco se irá ganando a los pescadores y a sus familias gracias a su buen corazón y tenacidad, algo que por supuesto incluirá a la hija del jefe pescador local.

En medio de la trama se incluyen, cómo no, algunos temas musicales de éxito de la banda. Se trata de un tipo de canciones llamadas “salomas”, música tradicional que los pescadores cantan de modo coral, a capella, con indudable encanto. Entre el reparto destaca la veteranía de James Purefoy en el papel del pescador Jim, la naturalidad de Daniel Mays como protagonista y la dulzura de Tuppence Middleton como Alwyn. Y todos están acompañados por secundarios muy eficaces.