• Calidad del contenido: 3´5/5
  • Violencia: +12 años
  • Miedo: Todos
  • Sexo: + 18 años
  • Drogas: Todos
  • Conductas imitables: +18 años
  • Lenguaje: +18 años

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Una serie nacida para brillar. Por el reparto, la historia que cuenta de dos grandes estrellas del musical norteamericano, el estilo… No hay duda que dentro de unos meses «Fosse/Verdon» será una de las series candidatas a casi todo. Y eso que sus dos protagonistas se comportan de manera detestable. Bob Fosse y Gwen Verdon, durante años marido y mujer y siempre compañeros de viajes en continuo estado de Guerra Fría, contaban su vida una y otra vez en canciones y coreografías. Precisamente por eso la extensión de su carrera en Broadway y Hollywood fue tan fulgurante como limitada.

En 1972 «Cabaret» Bob Fosse ganó 8 Oscar en el año de «El Padrino», logrando incluso el premio al mejor director a Francis Ford Coppola. En 1974 «Lennie», en blanco y negro y con Dustin Hofman de protagonista en una película alejada del género musical no obtuvo el éxito esperado. 5 años después el cineasta hizo una autobiografía cinematográfica titulada «Empieza el espectáculo» («All that jazz»), probablemente su mejor película. Sería su último gran éxito con 9 nominaciones a los Oscar y 4 estatuillas.

En esta serie metacinematográfica de HBO no se alcanza la excelencia de, por ejemplo, «Feud: Bette and Joan». La historia incide demasiado en las adiciones del cineasta (alcohol, drogas, sexo) que acaban por despersonalizar al artista. Una vez que se presenta al genio decadente, su itinerario tiene muy pocas sorpresas. Además la serie no se detiene en detalles especialmente significativos de los rodajes y ensayos, desperdiciando la posibilidad de hacer un retrato completo de la época.

Queda una serie con dos actores extraordinarios y un personaje secundario maravilloso: el guionista y dramaturgo Paddy Chayefsky. Además de ser el único escritor ganador de 3 Óscar al mejor guion original junto con Woody Allen, este neoyorkino fue el amigo más leal de Verdon y Fosse. Las escenas en las que aparece él la serie gana en humanidad y sensatez, en una bondad practicamente inexistente en los dos protagonistas.

Quizás con un creador y director más consolidado que Thomas Kail («Dos chicas sin blanca», «Grease: Live»), el resultado final sería más satisfactorio.

Sobre el crítico

Claudio Sánchez de la Nieta

Crítico de cine y televisión de iCmedia, Aceprensa y Fila Siete. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.