Gru es uno de los mayores supervillanos del mundo, pero ha decidido dejar atrás su carrera de maldad para convertirse en el papá perfecto. Mientras lo intenta, es reclutado por una organización anticriminal y supersecreta. De pronto, pasa a estar del lado de los buenos y a echarles una mano para salvar el mundo. Pero ahora el exmalvado se enfrenta a otros problemas más cotidianos: mantener a tres niñas e invitar a una mujer a cenar, lo que le saca totalmente de sus casillas.

Director: Pierre Coffin, Chris Renaud

 Guión: Ken Daurio, Cinco Paul

Duración: 98´

Género: Animación | Comedia

Estreno DVD: 20/11/2013

Público: +3

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 3

Acción:

Amor:

Violencia:

Sexo:

Crítica:

 

Era de esperar que con una recaudación de más de 540 millones de dólares en su primera parte, Universal Pictures e Illumination Entertainment se lanzaran a producir una segunda aventura del villano más entrañable de sus estudios.

La dirección del film vuelve a estar en manos de Pierre Coffin y Chris Renaud, y también repiten como guionistas Cinco Paul y Ken Daurio, por lo que se podía esperar una continuidad lógica tanto en la calidad como en la trama de la película. Sin embargo, el gran perdedor de esta segunda entrega es el guión, que se vuelve un poco predecible a pesar de introducir algún giro inesperado. El humor gana terreno en esta secuela, en detrimento de la fuerza y el gancho de la historia de su predecesora.

Quizá la culpa de que el guión no esté a la altura la tenga el protagonismo excesivo que se le da a los minions, en origen concebidos como personajes secundarios para aportar toques de humor mientras que, en esta ocasión, casi todo el peso del humor recae sobre ellos. Por un lado, los ayudantes amarillos del exvillano harán las delicias de los más pequeños con básicos como golpes, ruidos y caídas que arrancarán más de una carcajada. Por otro lado, el toque ácido de Gru se ve algo menguado, pero los adultos agradecerán que no haya desaparecido del todo.

No sería justo no hacer una mención al diseño del mundo que rodea esta aventura. Yarrow Cheney y Eric Guillon (también trabajaron en la primera parte y además coincidieron en Lorax) crean un universo lleno de color y luz. Todo el film desprende tonalidades muy vivas y agradables, incluido el escondite secreto de Gru, que en la entrega anterior era más un bien un lugar oscuro y tétrico y ahora es una alegre fábrica de mermeladas, un poco al estilo de Charlie y la fábrica de chocolate.

Ha pasado un tiempo desde que Gru decidiera colgar la capa de villano y dedicarse a su nueva familia. Todos los personajes muestran una evolución lógica. A Gru se le ve totalmente adaptado, encantado e incluso conformado con su papel de padre de familia. Las niñas han crecido hasta el punto de que Margo vivirá su primer amor y la mediana, Edith, está pasando por una fase de rebeldía. Mención aparte merece la pequeña Agnes, su candidez atrapa y cautiva al espectador y mantiene unida a la familia, sin duda es uno de los pilares de la película.

Además, aparecen varios personajes que plantean nuevas tramas: la compañera de trabajo de Gru, Lucy, y el primer amor de Margot, Antonio, harán que el protagonista se tenga que enfrentar al tema de las relaciones. Por un lado, deberá aceptar que Margot ya no es una niña y está preparada para empezar a salir con chicos. Por otro, deberá analizar y resolver cuál es la verdadera razón por la que no le interesa comenzar una relación con una mujer.

A pesar de no ofrecer tramas tan originales como la primera Gru, mayores y pequeños disfrutarán con los nuevos conflictos a los que deberá enfrentarse el protagonista, que no hacen más que reforzar lo que ya vimos hace tres años y es que la fuerza de este exvillano reside en su humanidad.

Fuente: María Bofarull (www.taconline.net)