Salt (2010)

La Segunda Guerra Fría

Evelyn Salt es una de las más eficaces agentes de la CIA, pero ha encontrado la felicidad en el matrimonio, y querría por ello un destino tranquilo entre papeles en vez de trabajo de campo. En éstas la reclaman para un interrogatorio rutinario a un desertor de los servicios secretos rusos. El tipo desvela un complot de agentes soviéticos «durmientes», planificado durante la guerra fría, cuyo primer paso sería el asesinato del presidente ruso durante el funeral del recién fallecido vicepresidente de los Estados Unidos; lo más escalofriante de su historia es que Salt sería uno de esos agentes durmientes.

Adrenalítico thriller dirigido por Philip Noyce, todo un especialista en películas de la CIA, suyas son dos entregas de la saga de Jack Ryan –Juego de patriotas y Peligro inminente– y la adaptación de la novela de Graham Greene El americano impasible. Aquí entrega un film con final que apunta a nueva entrega, de ritmo endiablo y bastante increíble –su punto de partida recuerda un poco a Nikita (1990)–, pero que una vez aceptada la convención de su inverosimilitud a lo 24 y su estilo cómic, se disfruta intensamente. El director australiano sabe rodar bien las asombrosas escenas de acción, y juega bien la carta de la ambigüedad acerca de quién es y qué quiere realmente Salt, creando una atmósfera desasosegante, de alucinante conspiración donde nada es lo que parece.

Angelina Jolie se luce como heroína de acción, y sabe insuflar humanidad a su personaje en las escenas dramáticas, donde vamos conociendo su pasado y motivaciones. Encuentra buenos compañeros de reparto en Liev Schreiber y Chiwetel Ejiofor.