Johnny Guitar (1954)
Miénteme, dime que me quieres
Johnny Guitar, un jinete que lleva a su espalda una guitarra, llega a un pueblo situado en un paraje desértico, donde entra en una taberna regentada por Vienna, una carismática mujer, que fue su amante en el pasado. Una comitiva de vecinos del lugar exige a Vienna que cierre su local, pues la acusan de mantener una relación sentimental con Dancing Kid, el jefe de una banda de forajidos, que ha asaltado la diligencia. Por el lugar también deambula Emma Small, que sí está enamorada del tal Dancing Kid.
Uno de los títulos legendarios de la Historia del Cine, basado libremente en una novela de Roy Chanslor, que fue un tremendo éxito de público, aunque en su momento fue denostada por la crítica, por su falta de realismo en la puesta en escena y su estética colorista. Con el paso del tiempo, sin embargo, ha sido reivindicada como una obra maestra, sobre todo por los críticos franceses de Cahiers du Cinema, que fueron los primeros en reconocerle a Nicholas Ray la categoría de maestro del cine. Muchos analistas han señalado cierto paralelismo entre la presión a la que someten los lugareños injustamente a la protagonista, y la Caza de Brujas. Si era intencionada la referencia por parte de Nicholas Ray, que no fue perseguido por el Comité de Actividades Antiamericanas, lo cierto es que la realiza con una gran sutilidad y elegancia.
El principal mérito de Ray es que le da la vuelta a las convenciones del western, sobre todo al darle el protagonismo a dos mujeres de carácter fuerte, algo que no se había visto en un género poblado de hombres rudos. Para ello, se apoya en el trabajo de dos grandes actrices, Joan Crawford y Mercedes McCambridge, en sus papeles más recordados. El director es capaz de narrar intensas pasiones y odios irrefrenables a través de las miradas, de forma soterrada. Los diálogos son todos memorables, aunque el film es especialmente recordado por las frases de una escena con Johnny y Vienna: «Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años». Este pasaje ha sido homenajeado en El soldadito, de Jean-Luc Godard, o Mujeres al borde de un ataque de nervios, de Pedro Almodóvar.