La revolución silenciosa (2018)

 

Librepensadores

1956. Jóvenes estudiantes, alegres, que viven en Stalinstadt, en la Alemania Oriental, la mayoría creen en las bondades del comunismo en que les toca vivir. Pero es la época de explorar, y también de la rebeldía. Theo y Kurtz son amigos del alma. Uno, hijo único, con padre alto cargo del partido, no teme en pasar a la otra zona a poner flores en la tumba de su abuelo, aunque pese sobre él el estigma de haber servido como soldado en uno de los cuerpos de la SS. El otro, con dos hermanos pequeños, tiene un padre minero que desea para su hijo un futuro mejor, gracias a los estudios. Una pandilla numerosa de clase acude a casa de un anciano solitario que vive junto al lago, donde bailan con música occidental y escuchan la radio libre. Ahí tienen noticia de la revolución de Hungría y su aplastamiento por los tanques soviéticos. E, inconsciencia de juventud, Theo propone en clase guardar un minuto de silencio en recuerdo a los fallecidos en la revuelta. Un pulso intolerable que suscita una investigación sobre quién ha promovido el gesto, donde interviene incluso el mismísimo ministro de educación.

Adaptación del libro autobiográfico de Dietrich Garstka, se trata de una vibrante película inspirada en hechos reales, con un telón de fondo histórico bien concreto, donde se trata de imponer el pensamiento único. De modo que la idea de un grupo de jóvenes protagonistas, invitados a pensar por sí mismos y a cuestionarse la realidad que les circunda, conecta muy bien con películas que transitan en esta dirección, como El club de los poetas muertosRebeldes del swing o, si se trata de citar un título alemán, Sophie Scholl: Los últimos días.

Lars Kraume, director y guionista que ya exploró el pasado alemán en otro film valioso, El caso Fritz Bauer, sabe conceder a su narración una alta intensidad dramática, y maneja muy bien una amplia galería de personajes, jóvenes y adultos. Y los temas abordados, son de rabiosa actualidad: desde la propaganda y las “fake news”, a la dictadura de lo políticamente correcto, que establece lo que se puede y lo que no se puede decir. También cobra importancia el tema de la verdad que nos hace libre, frente a las grandes mentiras, las llamadas mentiras piadosoas, los silencios y las medias verdades, que conforman pudrideros que inevitablemente acaban estallando.

En el desarrollo del guión, maravillosamente trenzado, convive lo político –con presiones y métodos no muy diferentes de los usados por la Gestapo–, con lo personal, ya sean las actitudes de coraje y cobardía, las dudas en las relaciones sentimentales por cuestión de carácter, la amistad puesta a prueba, las relaciones entre padres e hijos donde el amor cuenta, y mucho, lo que a veces supone humillaciones o renuncias a prebendas. Algunos momentos de revelación resultan impactantes, y todos los actores, tanto los jóvenes como los veteranos, interpretan sus papeles con convicción.

Ver más https://decine21.com/peliculas/la-revolucion-silenciosa-38261