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Internet, un temor desconocido para muchas familias

Alcanzar el bienestar digital es clave para revertir el uso abusivo o las adicciones de las nuevas tecnologías. Por ello, los padres deben dominar el entorno en el que socializan sus hijos

El teléfono móvil [2]no es un ángel. Pero tampoco un demonio. Lo mismo sucede con los videojuegos, tabletas, internet y demás conceptos TIC en relación a menores [3] y adolescentes. El uso es la clave de todo. Y, en este aspecto, la educación es la única solución ante una ecuación que los progenitores no saben cómo resolver y que, además, provoca temor.

Educación y bienestar digital son dos conceptos compatibles, tal y como demostraron los expertos que este martes participaron en la Jornada Ciudadanía Conectada 2019, organizada por Pantallas Amigas con la colaboración de Google, en la que se abordaron los beneficios de un uso racional y consciente de la tecnología, evitando prácticas de consumo nocivas, y las oportunidades de los videojuegos [4]. Teniendo en cuenta que el 85,6 % de los niños españoles de 10 años utiliza internet [5]y que los usuarios adolescentes y preadolescentes (11 y 14 años) son un público destacado en la industria del videojuego, que ya se juega online, urge educar para alcanzar el bienestar digital.

«La aparición de nuevos medios ha producido temor a lo largo de toda la historia», recuerda Alba Torrego, Doctora en Educación y profesora de la Universidad Complutense de Madrid. «En la actualidad, seguimos recurriendo a la prohibición como posible solución a todos los problemas relacionados con el uso de nuevos dispositivos», continúa la experta, que aboga por educar desde la escuela y familia sobre el uso de las TIC.

Educación

En este aspecto, Dolors Reig, psicóloga social, va un paso más allá. Para ella, la tecnología no es la base del problema. La clave está en las personas. «Hay que potenciar al ser humano como nunca antes para que sepa aprovechar lo mejor que nos ofrecen las nuevas tecnologías y sepa minimizar lo negativo», indica Reig. Así, para la experta, la sociedad se encuentra ante un escenario totalmente nuevo que exige que docentes y familias ejerzan con más ímpetu aún su labor de «auténticos educadores», teniendo en cuenta que «internet es el nuevo lugar de socialización» de los jóvenes.

«En la actualidad, seguimos recurriendo a la prohibición como posible solución a todos los problemas relacionados con el uso de nuevos dispositivos»

Pero «las familias no están formando parte de este nuevo entorno. Estamos perdiendo una oportunidad única de acercarnos a ellos», apuntó la psicóloga, por lo que sigue acentuándose el desconocimiento entre los progenitores, quienes carecen de las referencias necesarias «para saber qué está bien y qué está mal».

Así, la sociedad mira con recelo al sector TIC. Videojuegos, «smartphones», tabletas o eSports [6]siguen provocando una gran desconfianza por parte de autoridades, familias o entidades. De hecho, la OMS incluyó a principios de año oficialmente como trastorno la adicción a los videojuegos [7]mientras que el Consejero de Educación de la Comunidad de Madrid quiere prohibir el uso de móviles [8] en los colegios públicos.

En opinión de Jorge Flores, director y fundador de Pantallas Amigas, la familia «no debe sentir miedo sino respeto y responsabilidad». Flores diferencia el miedo derivado de un «sobreuso», un fenómeno reciente y en aumento. En este sentido, exige cautela pero también «escuchar las cosas positivas y las negativas con sentido crítico y responsabilidad para tomar decisiones».

Pero el responsable de Pantallas Amigas recalca: «sin infravalorar el esfuerzo de padres y madres, que es diario y costoso, creo que en bastantes ocasiones es más pereza que miedo». Y es que educar a los menores hacia un uso responsable de las tecnologías exige «conocer y limitar los peligros». «Puede ser esta responsabilidad lo que asuste -continua-. Pero hay mucha contradicción, como es el caso de la exposición a pornografía [9]en edades tempranas: nos horroriza pero se regala el móvil en la comunión sin mayores medidas al respecto».

Videojuegos

Sólo así, con educación, se podrá evitar la adicción. Y la adicción a los videojuegos es una de las nuevas y más temidas lacras. «Desde la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) pensamos que no se debe hablar de adicción porque no hay ningún tipo de consenso científico para justificar esa terminología», subraya José María Moreno, presidente de AEVI. «Más bien, debemos hablar de un uso excesivo, que es poco recomendable», añade.

«Sin infravalorar el esfuerzo de padres y madres, que es diario y costoso, creo que en bastantes ocasiones es más pereza que miedo»

«Adicciones como tales exclusivamente se han reconocido desde el punto de vista clínico las relacionadas con los juegos online multijugador», añade Flores. «Si hablamos de uso pernicioso por abusivo, el abanico es mayor -continua-. Creo que es consecuencia de la rapidez con la que estas tecnologías han penetrado en nuestro día a día y, al mismo tiempo, la escasa y tardía reacción de quienes podían haber tomado cartas de manera más próxima: las administraciones públicas, el entorno educativo, las familias y las grandes empresas de internet».

Para Moreno, la industria del videojuego «representa una oportunidad de avance para la sociedad». Y lo demuestra el hecho de que «los videojuegos están viviendo un proceso de hibridación con otros ámbitos como la educación y la enseñanza». Son cada vez más los docentes que los utilizan «para enseñar historia y cultura de una forma más interactiva».

AEVI lanzó el pasado año « The Good Gamer [10]», una plataforma de contenido digital que busca educar en los mejores valores del videojuego. «A través de artículos y podcasts con expertos, intentamos concienciar de las enormes oportunidades que ofrece el videojuego en ámbitos como la educación o la salud», explica Moreno.

«No es un camino fácil ni breve, pero no nos queda otro remedio que recorrerlo y acompañar desde el conocimiento a nuestros hijos en ese proceso de crianza digital», concluye Flores.