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En el corazón de Moscú, un oligarca ruso está a punto de activar un salvaje y sofisticado acto terrorista que colapsará el sistema financiero de los Estados Unidos. Sin embargo, su plan no pasa desapercibido a ojos del joven analista de la CIA Jack Ryan, el único agente capaz de encontrar indicios del desastre que está a punto de desencadenarse. Tras este descubrimiento, Ryan se verá obligado a abandonar su trabajo burocrático para viajar a Rusia y entrar, por primera vez, en acción.

Director: Kenneth Branagh

Intérpretes: Chris Pine, Kevin Costner, Kenneth Branagh, Keira Knightley, Colm Feore, Gemma Chan, David Paymer

Guión: Adam Cozad, David Koepp

Duración: 105’

Género: Thriller, Acción

Estreno DVD: 04/06/2014

Público: +16

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 1

Acción: 3

Amor: 0

Violencia: 2

Sexo: 0

Crítica:

Jack Ryan nació como personaje de ficción en 1984, de la pluma de un Tom Clancy que lo convirtió en el gran referente de su literatura y en protagonista de quince de sus best sellers. El novelista de Baltimore, fallecido el pasado mes de octubre, vio cómo el éxito de su creación encontró a principios de los 90 su correspondencia en la gran pantalla; primero de la mano de un John McTiernan, que puso a Alec Baldwin en la piel del analista de la CIA en la excelente La caza del Octubre Rojo (1990); y más tarde, con Harrison Ford manteniendo el tipo en las producciones de Phillip Noyce Juego de patriotas (1992) y Peligro inminente (1994).

Tras estas películas, el personaje de Clancy quedó relegado al papel, hasta que, en el año 2002, Phil Alden Robinson trató de relanzar la franquicia con Pánico nuclear, interpretada por un Ben Affleck que no supo imprimir al papel el carisma de sus predecesores. El discreto film de Robinson no encontró continuidad en nuevas secuelas y, como rol cinematográfico, Jack Ryan tuvo que esperar una década para ver de nuevo la luz, cuando el productor Lorenzo Di Bonaventura (sagaTransformers) encargó este proyecto a Kenneth Branagh.

Junto al responsable de guiones como Parque Jurásico o Spider-man David Koepp y en colaboración con el debutante Adam Cozad, el director británico ha buscado en Operación sombra renovar la figura de Ryan, situando sus orígenes en tiempos de los atentados en Nueva York del 11-S y proyectando su carrera en los servicios secretos norteamericanos hasta la actualidad. De esta manera, el equipo de la película ha construido un relato no ideado por Clancy, que introduce en su trama elementos modernos como el terrorismo financiero y convierte a sus personajes en espías del siglo XXI.

La nueva imagen no acaba de sentar bien a una saga que ve cómo, en su adaptación a los nuevos tiempos, pierde cierto aroma clásico e identidad, pues abandona esa dimensión estratégica, política y diplomática de la edad dorada del espionaje (iniciada, tanto a nivel histórico como cinematográfico, con la Guerra Fría) que convertía a este tipo de relatos en partidas de ajedrez de cierto ingenio. El nuevo Jack Ryan está mucho más próximo a la escuela de Ian Fleming (James Bond) que al personaje que Clancy concibió, y apunta maneras que lo acercan, sin llegar a extremos y manteniendo en él ese carácter de hombre de oficina obligado a ejercer de agente de campo, a héroes de acción como el propio 007 o el Ethan Hunt de Misión: imposible.

Sin embargo, el cambio de esencia del film, que tampoco evita introducir elementos reconocibles para los seguidores de la serie y de su género originario, no es tan reprochable como la poco elaborada forma de implantar este nuevo registro en las aventuras de Jack Ryan. Branagh pone el piloto automático para entregar al espectador un blockbuster convencional y carente de personalidad, que abusa del recurso fácil para hacer avanzar una trama innecesariamente compleja y que se pierde, con frecuencia, en su propio desarrollo y en el trazo grueso que utiliza para definir situaciones y personajes.

Todo ello provocará, probablemente, que Operación sombra acabe convenciendo más al público que busque un entretenimiento ligero, de reparto conocido y rodado con medios, que a aquellos que hayan disfrutado del Ryan literario o que ansíen, simplemente, un thriller que presente alguna novedad.

Fuente: Juan Xipell (www.taconline.net)