- Fuente: CONTRASTE por Patricia Amat
Un nivel más de acción, comedia, interpretaciones y efectos especiales. La inclusión de Danny DeVito y Danny Glover amplían las posibilidades del relato y del humor, dando pie a una película desternillante
Una secuela de una secuela suele evidenciar un argumento forzado para estirar los beneficios económicos explotando el reparto y los protagonistas ya conocidos por la audiencia. Sin embargo, Jake Kasdan consigue sacar partido de las virtudes de Jumanji: bienvenidos a la jungla y crea un producto muy satisfactorio como pasatiempo.
Es cierto que la trama no está trabajada en profundidad, así como tampoco varias figuras, pero el director atina al potenciar la comedia, que despunta frente a la endeblez de la aventura. La cinta está llena de humor sencillo y bien manipulado, que provoca varios momentos hilarantes.
Además, esta entrega cuenta con más efectos especiales: diferentes escenarios –el desierto y el hielo se añaden a la jungla– con sus respectivos nuevos retos, mayores niveles de dificultad en el videojuego y más avatares. Todo ello contribuye a aumentar la acción, más presente que en el film predecesor.
A pesar de sus carencias en cuanto a hondura y de su larga duración, el largometraje goza de varios aciertos, entre ellos la aparición secuenciada de nuevos personajes, que permite que no decaiga el ritmo, y el trabajo de Dwayne Johnson y Kevin Hart, quienes interpretan a dos ancianos en cuerpos de jóvenes, con el resultado de escenas muy divertidas. Asimismo, la inclusión de una generación más en esta historia da pie a varias subtramas en las que se reflexiona brevemente acerca de las relaciones y los anhelos en la vida.
Sin aspirar a más que a la distracción de su público, Jumanji: siguiente nivel es exactamente el siguiente nivel en cuanto a dinamismo, impactos, bromas y el papel realizado por el elenco. Por ello, cumple con creces como entretenimiento y se convierte en una producción que hará disfrutar ampliamente a los espectadores.
Firma: Patricia Amat