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Después de perder toda su fortuna, un mercader abandona la ciudad junto a su familia para iniciar una nueva vida en el campo. Un día, el anciano hombre se pierde en el bosque y, tras muchas vueltas, acaba refugiándose en un enorme castillo que parece abandonado. Sin embargo, se sorprende al descubrir montañas de comida y de regalos que parecen haber sido preparados para él. Al día siguiente se dispone a partir con todos ellos y, antes de iniciar el camino, roba una rosa de los jardines del palacio para llevársela a su hija Bella. Entonces se le aparecerá su misterioso anfitrión, una monstruosa bestia que castigará este acto condenando al mercader a permanecer eternamente en el castillo.

Director: Christophe Gans

Intérpretes: Léa Seydoux, Vincent Cassel, André Dussollier, Eduardo Noriega, Audrey Lamy, Myriam Charleins, Sara Giraudeau

Guión: Christophe Gans, Sandra Vo-Anh

Duración: 112′

Género: Fantástico, Romántica

Estreno DVD: 02/07/2014

Público: +12

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor:

Acción: 2

Amor: 1

Violencia: 1

Sexo:

Crítica:

Nacido de una tradición popular que, con toda probabilidad, bebió de fuentes clásicas, el cuento de La Bella y la Bestia tuvo en 1740 la fecha de su primera publicación conocida, con la versión de la escritora francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve. Sería, sin embargo, la abreviada revisión de la misma, elaborada dieciséis años después (1756) por Jean-Marie Leprince de Beaumont, la que acabaría imponiéndose en la época y en los siglos posteriores, como la adaptación más conocida e influyente de este mito, difundido, casi en exclusiva, en nuestro tiempo a través del alabado musical de Disney.

Tomando como referencia el extenso texto de Villeneuve, el cineasta galo Cristophe Gans (El pacto de los lobos, Silent Hill) propone una nueva interpretación cinematográfica del relato, que introduce en la sabida base de la historia algunos elementos argumentales inéditos en los trabajos inspirados en el escrito de 1756. Sin alterar el fondo ni la esencia clásica de esta ejemplar fábula sobre la belleza, la bondad y el poder redentor del amor, el autor aborda episodios de la leyenda algo olvidados (como los que conforman la vida pasada del príncipe convertido en Bestia), que le permiten, no solo completar el cuento sino, también, explotar con mayor riqueza su mayor obsesión, la dimensión estética de la obra.

Porque La Bella y la Bestia de Gans es, ante todo, una traducción formal del relato original, un notable (también, a veces, recargado y autocomplaciente) ejercicio visual fabricado sobre croma, que busca encontrar en su ambientación y espacios la magia, la fantasía y el romanticismo implícitos en la historia. Y su resultado es realmente bello y sugerente, aunque en esa elaborada construcción artificial se quede en el camino parte de la vida y la fluidez narrativa que hubiese ofrecido un desarrollo del guión y los personajes igual de esforzado que el apartado técnico y un poco más protagonista en el conjunto del film.


 

Fuente: Juan Xipell (www.taconline.net)