John McClane descubre que su hijo, del que lleva tiempo sin saber nada y con el que no tiene muy buena relación, está en Moscú a punto de ser juzgado y de enfrentarse a una cadena perpetua.

McClane viaja a la capital rusa para averiguar en qué anda metido John y cómo puede ayudarle. La trama incluye a un testigo que pretende enfrentarse a la corrupción gubernamental del país, una reserva de armas nucleares en Chernobyl y una relación paterno-filial muy conflictiva.

 

 

 

Director: John Moore

Intérpretes: Bruce Willis, Jai Courtney, Sebastian Koch, Mary Elizabeth Winstead, Julia Snigir, Amaury Nolasco, Megalyn Echikunwoke

Guión: Skip Woods

Duración: 97′

Género: Thriller, Acción

Estreno DVD: 12/06/2013

Público: +16

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 1

Acción: 4

Amor: 0

Violencia: 3

Sexo: 0

Crítica:

Vuelve Willis, fiel al personaje en el que encaja a la perfección y, sin decepcionar a sus seguidores, lo acomete con eficacia, lejos de parecerse a Swarzeneger en El último desafío o a Harrison Ford en su última entrega de Indiana Jones, aunque los años no pasan en balde.

Magnificencia, espectacularidad y un alarde de efectos aparatosos envuelven esta cinta, que encuentra su sentido en la acción inverosímil y eficaz. La ambientación en la ciudad de los zares, envejecida pero escenario de soberbias obras arquitectónicas, aporta la grandeza que requiere la quinta entrega de una saga mítica.

En relación al argumento, las conspiraciones terroristas, las venganzas y los agravios del pasado se entrecruzan con unos vínculos familiares oxidados y dolorosos. La familia McClane arrastra viejas y malas costumbres que debe resolver en esta misión. Si en la entrega anterior, La jungla 4.0, John se redimía con su hija Lucy, en esta ocasión debe hacerlo con su, en apariencia, problemático hijo.

La acción desmesurada se adorna con unos esperados golpes de humor y algunos guiños al cine del género, con personajes antagónicos en el extremo, los malísimos y los redentores, y con algún giro que la hace redonda en un guión típico, pero siempre sorprendente y entretenido.

 

 

Fuente: Mar Pons (www.taconline.net)