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Argelia, año 1930. Younes tiene solo 9 años cuando su padre, arruinado, lo confía al cuidado de su tío, farmacéutico en Orán. Rebautizado como Jonás, crece en medio de la juventud occidental de Río Salado, un pueblo rodeado de viñas, donde se mezclaban varias nacionalidades: árabes, judíos, franceses, y españoles, y con cuyos componentes pronto confraterniza.  Ni las convulsiones de la nación árabe en expansión permanente ni la Segunda Guerra Mundial logran enturbiar dicha amistad.

En dicho grupo se encuentra Emilie, la atractiva chica de la que todos están enamorados. Entre Jonás y ella nacerá una gran historia de amor, que pronto será perturbada por un inoportuno secreto y por los conflictos armados que agitan el país.

 

 

Director: Alexander Arcady

Intérpretes: Nora Arnezeder, Fu’ad Aït Aatou, Anne Parillaud, Vincent Perez, Anne Consigny, Fellag, Nicolas Giraud

Guión: Daniel Saint-Hamont, Alexander Arcady, Blandine Stintzy

Duración: 159′

Género: Drama, Romántica

Estreno DVD: 04/12/2013

Público: +18

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 2

Acción: 5

Amor: 3

Violencia: 4

Sexo: 2

Crítica:

Alexandre Arcady, director de este film, ha colaborado también en el guión basado en la novela del mismo título, obra del archifamoso escritor argelino en lengua francesa Mohammed Moulessehoul (Yasmina Khadra es su seudónimo femenino).

Lo que el día debe a la noche es una auténtica película de amor, una historia de amor apasionada y conmovedora pero, por encima de todo, también es una película de “honor”. El honor de una palabra por encima de la felicidad. Este compromiso, mantenido en todo su significado y consecuencias, constituye el verdadero trasfondo de este título.

Un amor y un honor constantes, pese a las guerrillas y violentas escaramuzas surgidas de las ansias de liberación del pueblo argelino en sus postreros años como colonia francesa, pero sin que dichos conflictos, mostrados accidentalmente a lo largo del film, alteren en síntesis la valoración y trascendencia del verdadero drama entre el dúo protagonista.

La encantadora y sugestiva Nora Arnezeder (Emilie), a quien ya conocimos en El invitado y en El ladrón de palabras, es aquí el objeto amoroso de Jonás. Un Jonás algo indefinido y dubitativo, posiblemente motivado por el juramento que le atenaza.

Es posible que la diversa exposición de localizaciones, motivada por los acontecimientos raciales y políticos, haya forzado la larga duración de la cinta. Pero, una novela es una novela. Y si además transcurre en diferentes épocas, debe ser difícil ceñirse en exclusiva al tema principal prescindiendo de los consiguientes escenarios.

Amor, honor y reconciliación. Sugestivos temas para una interesante película.

Fuente:  Joaquín Guitart (www.taconline.net)