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Un matrimonio de mafiosos y sus dos hijos adolescentes se instalan en un pequeño pueblo de Francia protegidos por el FBI. Pretenden huir de la venganza de la Mafia, ya que delataron a varios de sus miembros en Estados Unidos.

A pesar de sus buenas intenciones, no consiguen integrarse entre sus vecinos ni abandonar sus pasadas y violentas costumbres.

Director: Luc Besson

Intérpretes: Robert De Niro, Michelle Pfeiffer, Tommy Lee Jones, Dianna Agron, Domenick Lombardozzi

Guión: Luc Besson, Michael Caleo

Duración: 111′

Género: Comedia

Estreno DVD: 19/03/2014

Público: +18

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 2

Acción: 2

Amor: 0

Violencia: 4

Sexo: 1

Crítica:

Las películas sobre la Mafia son una constante en la Historia del Cine y existirán mientras éste exista, pero obviamente este género, como otros muchos, debe reciclarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Por eso, pasamos de la elegancia de las producciones de James Cagney en los 40 a la violencia de Scorsese en los 80, atravesado por la cima de El Padrino de Coppola. La reinvención del género trajo también su versión amable (el gángster para el milagro de Capra) o directamente cómica (el Óscar de Landis o las terapias peligrosas de Harold Ramis).

Luc Besson, el más hollywoodiense de los directores franceses, se interna con Malavita en este género uniendo dos de las tendencias citadas, la violenta y la humorística. Pero a pesar de su amplia y variada experiencia cinematográfica y de contar con Martin Scorsese como productor, el resultado es una película totalmente fallida.

Falla básicamente el guión, que no ha conseguido fundir todos los ingredientes con los que ha querido cocinar su proyecto. Ha apostado porque sea el humor amable el que domine, pero los continuos brotes de violencia que salpican la historia rompen ese tono y no desatan la carcajada que, en algunos casos, suponemos que persiguen.

En ese sentido, se esfuerza también por mostrar a los miembros de la familia unidos y amables, con momentos de cariño marital y paternofilial, cuando el mismo guión se encarga de destrozar esa imagen al revelar la brutalidad de la que son capaces. Y de ese modo, sólo han logrado frenar el avance de la historia que ya de por sí tiene un ritmo bastante farragoso.

Falla también la supuesta guerra cultural entre franceses y norteamericanos. Aparte de tener bastante poca gracia, sorprende la imagen que se da de los galos: pueblerinos, ávidos de costumbres yankis y con sus adolescentes llenos de acné. Aunque esto allá Besson con sus compatriotas, no deja de ser otra buena oportunidad perdida.

Como lo es también el papel que se ha ofrecido para la reaparición de Michelle Pfeiffer. Comprobamos con alegría que no ha perdido ni belleza ni calidad dramática, aunque aquí Besson le haga resultar patética durante casi todo el metraje. Peor parado aún sale Tommy Lee Jones, con un papel neutro para el que sólo con su efigie hubiese bastado.

En definitiva, sólo Robert de Niro no vale para levantar una película. Aunque la mafia y la violencia estén de moda, hay que trabajarse un poco el guión para que el espectador no se sienta estafado ni tomado por tonto.

Fuente: Esther Rodríguez (www.taconline.net)