Museo Coconut se puede llegar a valorar en un primer momento como una serie innovadora en cuanto a formato (diferente al acostumbrado en su género), divertida,(con socarronería, etc )…pero estos adjetivos no son más que las primeras impresiones que produce en cuanto a la estética que rodea la serie (intros, series de animación de la propia serie,…) e incluso en lo referente a las melodías pegadizas que usan. Bien, al margen de estas primeras impresiones, Museo Coconut, no responde a las expectativas que provoca al espectador.

Transcurridos los primeros minutos uno intuye que la cosa va de lo siempre, se repite la vieja cantinela: palabras soeces, chistes de alto contenido sexual, humor estrafalario, excreciones y orines, etc. Está claro en qué tipo de humor se refugian, logrando que el espectador con cerebro, coja las de Villadiego antes de que cante el gallo, que cuando el rio suena agua lleva.

Lo que se las prometía como una apuesta arriesgada de hacer algo distinto en televisión en cuanto a programas de humor, con una historia y un argumento detrás, no deja de ser mera ilusión y pasa tristemente a un “espectáculo-parafernalia” de mal gusto, grotesco y absurdo. Se puede defender, como muchos seguidores lo hacen, que la esencia del programa es la lógica del humor absurdo, repitiendo la conocida comidilla que usan tanto creadores como telespectadores habituales, de que se inspiran en los Monty Phyton. Como quien no quiere la cosa aprovechan el subterfugio para salir echando virutas, porque no se lo creen ni ellos.

Hay muchas lógicas, la del absurdo, la de los Monty Phyton o la de Richard Lester (Help!)es una, la de Museo Coconut directamente no existe. Personajes sacados totalmente de tiesto, con reflexiones propias estúpidas que huelen a que los guionistas (que también actores) ponen lo primero que se les ocurre, creyendo que todo lo que tocan es oro. En fin un programa que cosecha el suficiente éxito como para estar en antena todavía, muy propio de los tiempos en que vivimos.

Lo único decente es que antena 3 la relega a un plano secundario en Neox y no la emite en el prime time.

Firma: Gonzalo Robador Arteta