Según Vertele.com, «los estrenos en televisión tienen una estadística fatídica: de cada diez nuevos programas, ocho o nueve fracasan». El dato nos hace pensar que  las cadenas de televisión no aciertan en sus estategias de programación. «Algunos fracasos se deben al azar, otros a la imprevisibilidad del público o a la contraprogramación. Pero en buena parte la retirada de programas recién estrenados es consecuencia de decisiones erróneas de los equipos de Contenidos o Programación» Vertele.com sugiere unas pautas para que los programadores las tengan en cuenta.

belen esteban

 

 

 

 

 

 

  

 1. No competir con las mismas armas del enemigo

Cuando dos cadenas coinciden en la misma franja horaria lo lógico sería ofrecer una alternativa original o, al menos, distinta pero , según Vertele.com, con bastante frecuencia, “los ejecutivos intentan debilitar a la competencia con sus mismas armas”: «Yo puedo hacer lo mismo, pero mucho mejor, ¿por qué no intentarlo?» Lo único que se consigue con ello es obtener la misma audiencia que el programa rival, pero casi nunca se le derriba: lo de plagiar no resulta provechoso. Así ha ocurrido con:

  • Telecinco se propuso acabar con el dominio de Cine de barrio (La 1) en la tarde del sábado y apostó por ¡Qué tiempo tan feliz! : ambos se mueven entre el 10% y 15%.
  • Al ataque chow compite, desde hace un mes, con El club del chiste de Antena 3, entre un 8%-10% de share respectivamente.
  • Sálvame Deluxe (Telecinco) y DEC (Antena 3):  en la noche del viernes los dos programas se neutralizan mutuamente y ninguno  supera el 15%.
  • Más de lo mismo: Tonterías las justas (Cuatro) vs. Sé lo que hiciesteis (laSexta); UAU! (Cuatro) contra Buenafuente (laSexta); El intermedio (laSexta) vs. El hormiguero (Cuatro); La Mañana (La 1) vs. Espejo Público (Antena 3); La Jaula (Antena 3) contra Sálvame (Telecinco); La Lista (La 1) contra La Ruleta (Antena 3)… y un largo etcétera.

 2. No situar programas- concurso en  fin de semana

El fracaso casi será seguro .Lo intentó Antena 3 con La Ruleta de la suerte  y la cadena de Planeta con ¿Quién quiere ser millonario? Según Vertele.com “incluso Pasapalabra, sólido de lunes a viernes en Telecinco, no pudo superar el 14% en el ‘access prime time’ de sábados y domingos.»

 3. No programar entretenimiento familiar en prime time

El público español apuesta, a partir de las diez de la noche, por cinco géneros: reality shows (Gran Hermano, Operación Triunfo, Supervivientes), corazón/actualidad (La noria, DEC, Deluxe, Callejeros, Comando Actualidad), ficción (Gran reserva, Cuéntame, El Internado, El mentalista, Física o Química, Águila roja, CSI, películas de estreno premium…), deporte de máxima rivalidad o eventos extraordinarios (fútbol, Eurovisión, Elecciones Generales…). Fracasos recientes:

-La 1 con Cántame cómo pasó y anteriormente con Díselo bailando, Quiero bailar, Identity, Yo estuve allí o CantaSingstar.

-Antena 3 con Quiero cantar, ¿Sabes más que un niño de primaria?, Pánico en el plató, Los últimos 20 metros o Paranoia Semanal.

-Cuatro con Saturday Night Live, La batalla de los coros o Circus.

-Telecinco con Mi familia contra todos, Wipe Out, Guinness World Records o La Tribu.

Vertele.com sólo salva de la quema a Mira quién baila / Más que baile y Operación Triunfo, “formatos con fuertes componentes de reality, además de que cuentan con participación de famosos en el caso del concurso de baile, lo cual explicaría su buen funcionamiento en horario estelar”.

 4. No emitir un programa «blanco» contra otro “rosa”

Es el caso de Cántame cómo pasó de La 1 que creyó que podría competir con a DEC (Antena 3) y Sálvame Deluxe (Telecinco). El espectador tipo se decanta en masa, y desgraciadamente,  por el morbo (corazón y reality), renunciando a otras opciones de entretenimiento más clásicas. Varios intentos fallidos que ha recopilado Vertele.com:

Telecinco intentó desbancar a DEC con La séptima silla, La tribu o Tú sí que vales.

La 1 propuso Ya te vale (el programa de niños con Gemma Nierga) o Yo estuve allí (nostalgia con Carolina Ferre).

Antena 3 también lanzó sin éxito Paranoia nacional contra el corazón de los sábados en Telecinco (Dolce Vita por entonces). Sin embargo, ahora sí consigue plantar cara a La Noria con su programación de cine.

 5. No confiar en los formatos que hayan triunfado en Argentina

Las adaptaciones de programas o series argentinas que han logrado conectar con los espectadores de aquí son pocas: Caiga Quien Caiga (Telecinco, laSexta, Cuatro) o Patito feo (Disney, laSiete) han sido las excepciones. Adaptaciones fallidas han sido, por ejemplo: El rayo, Cuestión de peso, Cómplices y Lalola, en Antena 3; El legado o Amor en custodia, en Telecinco; Valientes, Los simuladores y Justo a tiempo, en Cuatro. Unos pocos ejemplos de una larga lista de adaptaciones fallidas.

 6. No emitir una serie española contra otra ficción nacional ya asentada

“La fragmentación de la audiencia actual evita que dos series españolas triunfen compitiendo en una misma franja. Por ello, estrenar una nueva ficción nacional contra otra ya asentada es una estrategia harto arriesgada para el que estrena último, ya que no existe público potencial suficiente para que ambas sean rentables, incluso en el caso de empate».

Cuatro erró cuando lanzó la segunda temporada de ¿Hay alguien ahí? contra Los protegidos (Antena 3) y Hospital Central (Telecinco).

Sin embargo, las ficciones ‘made in USA’ sí conviven mejor con las ficciones nacionales, ya que no comparten exactamente el mismo público, como es el caso de Bones (laSexta), cuyo share no se ve afectado por el enfrentamiento con La que se avecina y El Internado.

 7. Despreciar los formatos que no gusten a mujeres ni a niños

“Las mujeres y los niños son dos segmentos claves de público para conseguir un éxito. Apostar por un formato que excluya a alguno de estos targets es arriesgado, pero hacerlo por uno que excluya a los dos al mismo tiempo, es temerario. Por supuesto que hay programas que no gustan a los niños (debate políticos o cualquier programa de adultos) que sí que funcionan en televisión, como también existen formatos que no atraen a las mujeres (el fútbol, series animadas de adultos, etc.) que también triunfan. Pero cuando se dan los dos casos al mismo tiempo (programas que no gustan ni a mujeres ni a niños), tienen muchas papeletas para el fracaso.

Por ejemplo: Periodista Fútbol Club o El Aprendiz, en laSexta; o Cracks en Cuatro, todos ellos programas de marcado perfil masculino y adulto al mismo tiempo.”

 8. No programar  concursos o reality- shows de estrategia

El análisis de Vertele.com percibe que la conexión de este tipo de programas con el público «es complicada.» El Topo (Telecinco), Unanimous (Antena 3) o El rival más débil (La 1) son sólo unos pocos ejemplos de formatos internacionales que no han conseguido cuajar. 

 9. No ser fiel al estilo y  línea editorial de la cadena

Cuando una cadena traiciona su estilo para imitar el de la competencia el público se lo hace pagar. Hace dos temporadas, Telecinco dio un giro radical a su línea editorial, evitando recurrir a la televisión más polémica que la caracterizaba. Retiró Aquí hay tomate y optó por programas «blancos» como Guerra de sesos o Guiness World Records.

El público le dio la espalda y perdió el liderazgo que había conseguido «durante un lustro con su estilo morboso y heterodoxo”. Esta temporada, recuperando su esencia, con Sálvame, Gran Hermano y Mujeres y Hombres, entre otros programas, ha recuperado buena parte del terreno perdido.

La Sexta también pagó  por programar Generación Nini, con contenidos polémicos que parecían más adecuados para Telecinco que para la cadena de Imagina.

 10. «Enfrentar personajes  anónimos contra famosos»

“A veces las cadenas infravaloran el atractivo que los famosos, aunque sean de segunda línea, generan en el público. Una televisión puede tener un gran formato entre manos, de esos que han arrasado en todos los países en los que se ha emitido, pero si está basado en personajes anónimos, programarlo contra un show de famosos es malgastarlo.»

En Antena 3 no han cuajado Ven a cenar, Decídete, Objetivo mediación, Gordos

Hay dos grandes excepciones: Gran Hermano y Operación Triunfo. Precisamente los dos grandes formatos de la década están basados en personas anónimas. Pero lo cierto es que nunca se han enfrentado contra grandes shows de famosos en pleno auge, como en su día era Tómbola, o actualmente, Sálvame.