Por fin, Blu ha conseguido su estabilidad familiar junto a Perla y sus tres hijos bajo los cuidados del matrimonio Linda y Tulio. La familia de guacamayos se desenvuelve con toda naturalidad entre aparatos electrónicos y domésticos, saben utilizar el Ipod y comen palomitas mientras ven un partido de fútbol.
Sin embargo, la tranquilidad familiar tiene sus días contados al enterarse de que sus cuidadores, los inquietos ornitólogos, han viajado al Amazonas y puede que hayan descubierto una nueva comunidad de guacamayos azules, raza que se creía casi extinguida. Linda aprovecha la oportunidad para convencer a Blu de que es importante que sus hijos conozcan sus raíces y aprendan a ser pájaros de verdad.
Así, la familia y sus inseparables amigos, Nico y Pedro, inician un viaje inolvidable hacia la selva amazónica dosnde sus vidas cambiarán radicalmente. Al mismo tiempo, el eterno rival de Blu, Nigel, se las ingenia para escapar de la feria donde estaba preso y perseguir a la familia de plumas azules hasta el mismo corazón del continente americano.
Director: Carlos Saldanha
Guión: Don Rhymer, Carlos Saldanha
Duración: 101′
Género: Animación, Aventuras
Estreno: 04/04/2014
Público: +3
Valoración: ***
Contenidos (de 0 a 6):
Humor: 2
Acción: 2
Amor: 0
Violencia: 1
Sexo: 0
Crítica:
Mismo director para una historia muy similar en la que destaca la música, el colorido y los espectaculares paisajes selváticos. Saldanha se rodea de voces conocidas para dar entidad a una cinta que no innova en el género. Entre ellas, cuenta con la de Bruno Mars, que también participa en la banda sonora. Sin embargo, este aliciente desaparece con el doblaje español.
La historia se centra en el viaje de unos personajes hacia sus raíces, lo que supone, para el protagonista, el previsible enfrentamiento con su pareja y consigo mismo. Una sucinta alusión a las comodidades de la vida moderna –excesivas– frente a las posibilidades que ofrece la naturaleza se suma a la indirecta ecologista que reclama la conservación de las zonas salvajes del planeta. Sin duda, el film consigue, con prudencia, remover el ánimo estancado del espectador entusiasta.
Como ocurrió ya en su primera entrega, los personajes carecen del atractivo y la profundidad que hacen que un film animado sea algo más que una historia para niños. Se trasluce el interés por un fascinante resultado visual y musical en detrimento del guión y sus “moradores”.
Lo que sí ofrece Río 2 es un arrebato latino lleno de color, ritmo y alegría. La película llena la pantalla y los sentidos con sus escenarios naturales, su banda sonora y su brillante animación. Sin duda, poco más se puede perfeccionar una técnica animada que trabaja hasta el más mínimo detalle y que muestra, con admirable realismo, desde una toma aérea del Amazonas hasta el movimiento de la piel emplumada en un primer plano.
Una oferta familiar en la que los pequeños pueden encontrar su espacio y los adultos la excusa y el argumento para minimizar el uso de todos esos aparatos que se llevan la imaginación de los niños para no devolverla jamás.
Fuente: Mar Pons (www.taconline.net)