Riot Games produce una nueva y refrescante entrega. La esperada Arcane es una explosiva y entretenida propuesta, con una cuidada animación y una banda sonora sublime.

 


Basada en el popular videojuego League of LegendsArcane sigue de cerca la vida de algunos de sus campeones más queridos: Vi, Jinx, Jayce, Viktor, Heimerdinger o Ekko, entre muchos otros.

Crítica Arcane

A grandes rasgos, la crónica se centra en la rivalidad y características de la utópica Piltover y la oprimida Zaun, las ciudades donde suceden los hechos. Ambos lugares son únicos, con diferencias estéticas y tratamientos de escenografía diferenciados entre sí, pero pulidos a la perfección.

Aunque su arranque pueda ser costoso para algunos, la espera merece la pena, pues uno de los mayores fuertes es la dedicación y la atención al mundo interno de cada personaje.

Se cuida al detalle el background de cada uno de ellos, intercalando en el metraje muchas de sus complejidades personales. Y es que todos parecen ser el rol principal —algo difícil de conseguir—, aun teniendo batallas épicas entretenidas que dinamizan la trama en cada episodio.

Por otra parte, el visionado a través de la óptica de alguien que no ha jugado al videojuego y sin conocer ningún referente previo resulta fácil. Es más, aunque rinde homenaje a sus fieles seguidores, en ningún momento deja de lado al resto de espectadores.

Con la ayuda de una animación que se desvía de las líneas comunes —no por ello peor, más bien al contrario—, la puesta en escena y el diseño artístico resultan impecables. Aunque hay que tener en cuenta que acompaña frecuentemente un ambiente sensual –ya patente en el videojuego que inspira la historia– que se materializa tanto en la indumentaria de las chicas protagonistas como en los lugares en los que se desarrollan ciertas escenas.

La exposición de temas importantes como el crecimiento personal, la división política, la lucha de clases o la desigualdad fundamentan este relato. Para tratar estas cuestiones, la violencia se convierte en el motor de la trama. Como esta se presenta con el mismo detallismo y minuciosidad que el resto del dibujo es fácil que incomode a algunos espectadores. Asimismo, se visibilizan —con las motivaciones y el contexto adecuado— complejidades humanas que nos afectan a todos, como las enfermedades mentales, la adicción, la pérdida o la muerte.

De manera análoga, no parece que existan los “buenos” o los “malos”. Hay un espectro en el que se mezclan y difuminan ambas posturas, creando una narración más creíble y equitativa para cada personaje.

A ello se le suma una vibrante y sensacional banda sonora creada por Alex Seaver y Alexander Temple, junto con artistas como Sting o Woodkid, y con un fantástico tema principal compuesto por Imagine Dragons, usuales colaboradores de la franquicia.

Para la mayoría, Arcane resultará una explosión de creatividad, un duro viaje emocional y una historia de aventuras repleta de giros narrativos y subtramas que no nos dejarán apartar los ojos de la pantalla. Es, en definitiva, una magnífica e insólita obra audiovisual.

Firma: Laura Castro