- iCmedia Norte - http://www.ateleus.com -

Serie: Regreso a Howards End

Crítica Regreso a Howards End

Una adaptación, en formato de miniserie, de la conocida novela de E.M. Forster. Cambio de época, personajes distintos y conflictos personales y amorosos se escriben, dirigen e interpretan de forma brillante.

 

La famosa novela La mansión (1910) del crítico literario E. M. Forster (autor también de Una habitación con vistas) se convirtió en una exitosa película en 1992. Regreso a Howards End demostró la eficacia de la alianza James Ivory e Ismail Merchant, así como el talento de Emma Thompson y Anthony Hopkins, entre otros miembros del elenco.

En su estela de producir televisión con altos estándares y de revisitar grandes piezas de la literatura inglesa, la BBC [2] ha unido a dos talentos probados. Por un lado, la seguridad que destila Hettie MacDonald, una realizadora con unos cuantos títulos de ficción catódica a sus espaldas en el Reino Unido. Y por otro, un cineasta y dramaturgo estadounidense como Kenneth Lonergan, consolidado desde su Manchester frente al mar, pero probado en solitario por Puedes contar conmigo o Margaret.

Esta interacción también intercontinental y de medios expresivos ha logrado no solo contentar al público más comprometido con la obra original, el británico (más de ocho millones vieron el primer capítulo), sino una aprobación también más general.

Lo cierto es que este nuevo Regreso a Howards End sigue en la tradición de las miniseries de corte clásico en lo visual y de actualización sin traición respecto al material del que parten. Esto permite aligerar el peso y quitar tensiones a ambos lados de la pantalla y ofrecer, así, un guion que saborea a cada personaje; que profundiza en sus motivaciones y en los combates que cada uno tiene con sus lazos familiares e incluso prejuicios sociales; que no juzga ni es superficial y que inserta la perspectiva de la época con la sabiduría que da la libertad respecto a los modelos simplistas de moralismo contemporáneo.

En este sentido, crecen y dominan, sin apologías vacías, las protagonistas femeninas. Del mismo modo sucede con sus intérpretes. No se puede decir nada negativo de Matthew Macfadyen o Joseph Quinn, pero Hayley Atwell y Philippa Coulthard así como la pasajera Julia Ormond bordan y rematan el trabajo de MacDonald y Lonergan, así como el de los habituales equipos técnicos que hacen de la BBC una fábrica perfecta de salones de té.