El 30 de octubre de 1938, Orson Welles utilizó todo su talento para sembrar el pánico en muchos norteamericanos. Su versión radiofónica de “La guerra de los mundos” de H.G. Wells, adaptada por uno de los más grandes guionistas que ha dado Hollywood (Howard Koch; Casablanca), generó comportamientos de locura colectiva que han pasado a la historia.

Más de 80 años después, José Antonio Pérez Ledo pasó de la divulgación científica a la creación de un pocast que ahora resurge adaptado a una miniserie de Movistar de 5 capítulos prácticamente independientes. “El Gran Apagón” merecía una inversión generosa, pues su recreación del caos global era imaginativa y sugerente, más aún después de una pandemia como la que está terminando de vivir el planeta. Los cinco directores elegidos son de primerísimo nivel: Rodrigo Sorogoyen (Antidisturbios, Stockholm, El reino), Alberto Rodríguez (La isla mínima, Grupo 7, El hombre de las mil caras), Raúl Arévalo (Tarde para la ira), Isaki Lacuesta (La próxima piel, Entre dos aguas) y su co guionista habitual Isa Campo.
El resultado final es más bien ciclotímico. La serie arranca con mucha fuerza, con un thriller estático orquestado por Sorogoyen titulado Negación, tan trepidante e inteligente como estático y económico en terminos de producción. Sin embargo, el capítulo termina con poca creatividad y convicción. Más equilibrado está el western que propone Alberto Rodríguez (Supervivencia), que permita lucirse a un secundario formidable como es el sevillano Jesús Carroza.
Los tres capítulos restantes tienen un perfil menos original, más visto en series y películas de corte apocalíptico. Así que la serie, en general, no llega tan lejos como debería, dejando la sensación de ser una producción más que aceptable técnicamente, pero que deja muy pocos momentos necesarios en el despliegue dramático de los personajes.
Firma: Claudio Sánchez