FICHA:

País: España

Creador: Miguel Ángel Bernardeau

Intérpretes: Imanol Arias, Ana Duato, Pablo Rivero, Carlos Hipólito, María Galiana

Duración: 16 temporadas; 291 capítulos de 60-90 minutos.

Emisión de la serie: La 1 (Jueves a las 22:30 h)

Contenidos: +16 años, SD

Calificación: 3/5

 

Cuando escribo estas líneas está emitiéndose el capítulo 289 de Cuéntame cómo pasó. Actualmente la 16ª temporada se sitúa en el año 1983 y por ahora está confirmada una sesión más que llegará hasta 1984. La familia de los Alcántara forma parte del mobiliario español del siglo XXI y eso es algo que saben los creadores de la serie. Y es que aunque esta ficción resulta especialmente cercana para los que vivieron del año 68 en adelante en España, hay una generación entera que sabe de esas décadas lo que le han contado en Cuéntame.

Evidentemente la serie tiene muchos aciertos que hacen que resulte amena, variada y muy marcada por música reconocible de esos años. El nivel interpretativo aprovecha de la enorme diversidad de actores que han intervenido en esta serie: desde los ilustres Tony Leblanc, Fernando Fernán Gómez hasta los más jóvenes Verónica Echegui o Ernesto Alterio. Pero especialmente se fundamenta en el trabajo espontáneo de los protagonistas: Imanol Arias, Ana Duato, María Galiana… Y aquí es donde empiezan los problemas: los personaje más que reconocibles y cercanos, acaban siendo previsible y monocordes, con algunas exageraciones realmente ridículas.

Cada capítulo empieza con la voz en off de Carlos Hipólito que retrata la intención ideológica de la serie. Es evidente que los guionistas y creadores hacen un esfuerzo sobresaliente porque quede claro que en estos años España ha pasado de ser un país estancado, rigorista y católico a un lugar en el que la libertad ha llevado a los españoles a relajar la moral, secularizarse y convertirse en un país realmente moderno. Aunque aparentemente se muestra una diversidad sociológica, en realidad los personajes están claramente diferenciados entre los que se han quedado en el pasado y los que viven en el presente.

No hay más que ver el capítulo recientemente emitido Misa de díez para entender que la serie huele a naftalina, a ese cine de trinchera maniqueo que afortunadamente cada vez se ve menos en nuestro país. Cuéntame fue así desde el principio, aunque es verdad que en los comienzos había más matices. Entre medias han llegado a la serie el divorcio, las películas del destape, los curas que cuelgan la sotana para amar al proletario (y especialmente a la proletaria), los españolitos de derechas que poco a poco van quedado puntualmente ridiculizados… Todo esto hace de Cuéntame una serie tan intencionada que resultará cómoda sólo para los que estén a favor de los personajes y la doctrina en Blanco y negro, sin apenas matiz ni contrapunto.

Por ahora los espectadores siguen respondiendo, aunque desde los 7 millones que seguían la serie en 3ª y 4ª temporada, ahora ya sólo quedan la mitad de seguidores.

 

Firma: Claudio Sánchez