Calidad del contenido: 3/5
Violencia: +18
Miedo: +18
Sexo: + 18
Drogas: +16
Conductas imitables:+ 18

Lenguaje: +18

Hace un año la miniserie “Big Little Lies” fue uno de los grandes éxitos de la temporada acumulando premios y difusión en las redes. “Heridas abiertas” sigue una fórmula parecida: cuenta con el mismo director (el canadiense Jean Marc Vallée) y un reparto femenino de primera clase: Amy Adams y Patricia Clarkson. Igualmente es una historia terminal de personajes marcados por recuerdos traumáticos.

La miniserie recrea la aburrida vida de un pueblo norteamericana en el que lo fundamental es la apariencia ante los demás. Adora Crellin (Patricia Clarkson) tiene una casa de ensueño, viste siempre las mejores galas y luce un aspecto envidiable para su edad. Además se preocupa por tareas sociales en ayuda a desvalidos. La llegada de su hija mayor Camille (Amy Adams), una mujer bella y adulta con la tristeza permanente en su rostro que siempre viste de negro supone todo un contraste y una incomodidad para la felicidad artificial del hogar.

Tener a dos actrices de esa talla es todo un privilegio. Es deslumbrante su capacidad de crear personajes tan ambivalentes, que fascinan a la vez que produce terror pensar qué hay dentro de ellas. La producción de la serie enmarca a la perfección a estas mujeres en un contexto muy preciso, rural y burgués, actual pero con herencias del pasado.

La historia se desarrolla lentamente con un excesivo uso del flashback para dar algunas pistas al espectador sin resolver el misterio de los asesinato hasta el último capítulo. En el argumento hay una premisa interesante pero muy enfermiza, tan retorcida que cuesta entender al comportamiento de los personajes. Era algo que sucedía en “Big Litlle Lies” y que ocurre en ficciones donde se busca prioritariamente una fuerte reacción del espectador por medio del sufrimiento brutal de los personajes. En España tenemos un especialista en este tipo de maltrato audiovisual: Carlos Vermut (“Magical Girl”, “Quién te cantará”).

En general la crítica televisiva se ha rendido ante “Heridas abiertas” aún reconociendo que utiliza sin pudor el “gore” sentimental y físico. En esta ocasión estoy plenamente de acuerdo con Alberto Rey (https://www.elmundo.es/blogs/elmundo/asesinoenserie/2018/08/30/heridas-abiertas-magia-con-fecha-de.html). La serie es tan aparente y manipuladora como el personaje de Adora. Tiene un nivel interpretativo y técnico incuestionable pero al guion le falta coherencia y le sobran trampas y efectismo en forma de flashback. Sin duda estará entre lo más premiado del año, pero este retablo de la condición humana es tan desagradable y alienígena como para pensárselo dos veces antes de pasar 8 horas contemplándolo.

Sobre el crítico

Claudio Sánchez de la Nieta

Crítico de cine y televisión de iCmedia, Aceprensa y Fila Siete. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.