HBO max sigue invirtiendo en documentales polémicos en busca de una audiencia que no acaba de conquistar. Si había una historia real con todos los componentes para ser fenómeno en plataformas era el juicio más mediático en décadas entre Johnny Depp y su ex Amber Heard. Había muchas horas de juicio, entrevistas, cámaras ocultas… Por documentación que no falte. Pero esta serie es una calamidad de principio a fin.

La creadora es Eliana Capitani, que apenas había trabajado como guionista en algunos programas de la televisión británica como Snackmaster o Employable men. Para la docuserie de Johny vs Amber toma un punto de partida muy discutible: dedicar un capítulo a cada una de las partes, permitiendo contarlo todo según ese punto de vista. Esta equidistancia podría ser un mérito sino fuese un tratamiento evidentemente manipulador y contraria a la sentencia final.
El documental va por una ruta y la realidad por otra totalmente distinta. Al principio, Amber acusó a Depp, que en pocas semanas vió como su fama de maltratador le cerraba las puertas de las grandes productoras en un proceso innegable de cancelación publica. Pero el larguísimo juicio televisado fue dando una visión muy distinta, que acabó con una condena para Amber Heard que hoy en día resulta revolucionaria. Depp también fue castigado con una condena menor, pero había salido claramente vencedor. Ahora la cancelada sería Amber, que había mentido y sido contradictoria en muchas declaraciones oficiales. Esta realidad es lo que ha hecho que el juicio haya sido un fenómeno seguido por millones de personas en todo el mundo. Pero no pretendan encontrar esta verdad en una docuserie que pretende relativizar la sentencia, reabrir un caso cerrado y dar a Amber Heard la oportunidad de limpiar su imagen. Con un éxito muy escaso, en mi opinión, y un estilo audiovisual y narrativo muy torpe en las formas, con una voz en off tan evidente y tendenciosa que resulta insultante para la inteligencia del espectador.
Firma: Claudio Sánchez