Creador: Álex Pina1_m1 Intérpretes: Ursula Corberó, Itziar Ituño, Álvaro Morte, Paco Tous, Pedro Alonso, Alba Flores, Miguel Herrán Duración: 2 temporadas; 15 capítulos de 60-70 minutos Emisión en España: Antena 3 y Netflix Público apropiado: + 18 (XDV) Calificación: 5´5/10    

Atraco imposible

El Profesor (Álvaro Morte) es un inteligente y misterioso líder de una banda de atracadores que pretende un gran asalto a la fuente del dinero en España: La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Su plan es rocambalesco e imprevisible y mantendrá a la policía, al ejército y al gobierno de la Nación en un estado de tensión insoportable. Hay mucho en juego: dinero, rehenes, desprestigio internacional… Álex Pina trabajó en Globomedia de 1996 a 2016 logrando grandes éxitos de público en cine y televisión: Caiga quien caiga, Periodistas, Los Serrano, Fuga de cerebros, Los hombres de Paco, Tres metros sobre el cielo, El Barco, Vis a VisLa Casa de Papel es la primera serie con Vancouver Media, una nueva productora fundada por él mismo en 2016. Este creador navarro puede presumir de tener una imaginación sin límites capaz de generar tramas originales con giros constantes e imprevisibles. Es un maestro en mantener la atención del espectador por medio de la planificación, la música y un reparto siempre bien ajustado a una historia de múltiples personajes. Además conoce bien y admira el cine de acción norteamericano. En La Casa de Papel hay mucho de Plan Oculto de Spike Lee y Ocean´s Eleven de Steven Soderbergh. Unos hablarán de referencia, otros de plagio. Desde luego está claro que contando con un presupuesto mucho menor que el de esas producciones norteamericanas, el aspecto visual y el diseño de producción de la serie es atractivo y muy meritorio. El inconveniente de este creador folletinesco es que todas sus series acaban hundiéndose ante la falta de lógica narrativa y coherencia en los personajes. Como lo único importante es que la montaña rusa sea cada vez más rápida, adictiva y peligrosa, las decisiones de guión son indefendibles. La brusquedad y la falta de matices en el desarrollo de la historia y de los personajes hacen que muchos espectadores se bajen de la atracción ante el mareo y el agotamiento que provoca el “todo vale” que se impone a las primeras de cambio. Los efectismos se multiplican en diálogos con chispa que suenan bien pero pecan de excesivamente artificiales. No es extraño que esta serie tuviese unos datos de audiencia magníficos en sus primeros capítulos (4 millones de espectadores) que se reducían a la mitad a finales de temporada.

Claudio Sánchez