Creadores: Ramón Campos y Gema R. Neirala-embajada-llenara-cannes-de-riqueza-glamour-y-corrupcion_reference Intérpretes: Belén Rueda, Abel Folk, Raúl Arévalo, Maxi Iglesias, Amaia Salamanca, Megan Montaner, Carlos Bardem, Tristán Ulloa, Ursula Corberó Duración: 1 temporada de 11 capítulos de 75 minutos Emisión en España: Antena 3 (Lunes a las 22:30) Público adecuado: Adultos (XD) Calificación: 5/10

Las culebras siempre ahogan a Bambú

Embajada de España en Tailandia. Tras la muerte en accidente de tráfico del embajador, llega un nuevo diplomático con su mujer y su hija. Viene dispuesto a acabar con la corrupción instalada desde hace años en esa institución y su tarea no será fácil. Los nombres de Carlos Sedes (director), Gema R. Neira y Ramón Campos (productores y guionistas) han aparecido varias veces en esta web. Ellos son los responsables de series de mucha audiencia como Gran Hotel, Velvet, Refugiados o Bajo sospecha. El nombre de la productora es Bambú y su forma de trabajar tiene varias características esenciales. En primer lugar tienen una gran capacidad de trabajo que les permite estrenar varias series al año. Destacan también en un diseño de producción magnífico, repartos en los que coinciden caras guapas y jóvenes con actores consolidados y una estructura dramática en la que hay constantes giros y sorpresas para mantener la atención del espectador. El comienzo de La embajada la semana pasada fue muy comentado por lograr una audiencia de más del 22% de share con 4 millones de espectadores. Entre lo más destacable de esta ficción es que en cierta manera  refleja la situación política de nuestro país marcada por los constantes casos de corrupción. Además la serie está muy bien ambientada y cuidada técnicamente. Pero La embajada no es una gran serie porque sucede lo de siempre en las producciones de Bambú; que les ataca el culebronismo cada vez más salvaje según avanzan las tramas. Hay series en las que tardan un poco en mostrar las cartas como en Refugiados o Bajo sospecha (para mí lo mejor de esta productora con diferencia), pero en este caso desde el primer capítulo las casualidades y coincidencias, los giros narrativos, hacen que no te creas casi nada. Además La embajada es una serie zafia en la que casi todas las tramas tienen como motor principal el sexo epidérmico, inmediato y detallado. Ya en el episodio piloto hay una escena tan desconcertante y detallada con Belén Rueda por medio que parece sacada de una serie de la HBO o una película de Vicente Aranda. En definitiva una ficción artificial y llena de tópicos (las fotos comprometedoras, los diálogos de pose del cine policíaco norteamericano) en busca desesperada de la audiencia. Por ahora los espectadores han respondido, pero no creo que nadie recuerde esta serie por la calidad artística en el guión y la interpretación donde todo es tan efectista y llamativo.

Claudio Sánchez