Desde el principio de la humanidad la serpiente es el símbolo del mal, la tentación y la mentira. Esa perversión que seduce al hombre antes de acabar con él. Esta serie podrías ser otra más de Netflix sobre una historia real y poco conocida de un sociópata. Pero no. No hay orgías de sangre y sexo, ni tampoco un convencional relato de giros que despisten al espectador. Tampoco es una serie que llegue al nivel de Manhunt Unabomber o The Jinx, pero es un notable ejercicio de inteligencia narrativa, sensibilidad y respeto al espectador.

El guion lo firman Richard Warlow (Ripper Street, Caso cerrado) y Toby Finlay (El retrato de Dorian Gray, Peaky Blinders). Dos escritores con cierto talento que abusan de los saltos en el tiempo (no recuerdo una película o serie que utilice tanto este recurso), pero que ofrecen una galería de personajes muy variada de mochilero, víctimas y policías. Lo más sobresaliente de la serie es la definición del protagonista en el libreto y la interpretación. Tahar Rahim, actor francés de origen argelino que viene de ser nominado al Globo de Oro por la muy decepcionante El mauritano, bordaba su personaje de detective del 11S en la estupenda serie The Looming Tower. Junto a este actor destaca la aparición de la británica Jenna Coleman, conocida por interpretar ejemplarmente a la reina Victoria en las 3 temporadas de la serie de la ITV, y que sorprende con un cambio de registro tan antagónico y eficaz. Ella es la amante y cómplice del asesino, además del personaje con un arco dramático más completo

La serie goza de un diseño de producción y vestuario de primer nivel que sumergen al espectador en ese ambiente hippie en el que el asesino se mueve con total comodidad. El ritmo de la temporada es más discutible, con innecesarias repeticiones de escenas muy similares que se podrían haber aprovechado para ahondar un poco más en la psicología de los personajes. Es una de esas series que podían perder dos o tres capítulos fácilmente y mejoraría considerablemente la intensidad y sugerencia de la historia.

Firma: Claudio Sánchez