FICHA:

País: Estados Unidos

Creador: Ray McKinon

Intérpretes: Aden Young, J. Smith-Cameron, Clayne Crafword, Abigail Spencer

Duración: 2 temporada;16 capítulos de 45 minutos. 

Emisión de la serie: Sundance Channel y Movistar Series

Contenidos: +18 años, XDV 

Valoración: 4/5

 

En un mundo cada vez más acelerado parece que las series del futuro tendrán una velocidad supersónica en el desarrollo narrativo y dramático, más cercano al videojuego que al cine o la literatura. Sin embargo hay muchas series que aprovechan la pausa y el largo recorrido de los personajes que permiten las ficciones televisivas para llegar más lejos en la reflexión de la condición humana. Rectify está más en esta línea junto con Mad Men, The good wife, Breaking Bad o En terapia.

“Claro que Daniel Holden fue culpable. Tan claro como que irá al infierno. ¿Por qué no estás muerto Daniel Holden? ¿Por qué no lo estás?”. Así comienza uno de los capítulos más tumbativos de Rectify. Habla la madre de una joven asesinada y violada mirando fijamente a la cámara de un informativo. A sus 40 años, Daniel Holden (Aden Young) es liberado después de casi 20 años de completo aislamiento en el corredor de la muerte. El regreso al hogar no será nada fácil. Sus recuerdos en la cárcel, el recelo de los vecinos y la reapertura del caso hacen que rectificar el rumbo resulte muy complicado.

El estreno de esta serie en el último Festival de Cine Independiente de Sundance (creado por Robert Redford en 1983), fue muy bien recibido por la prensa norteamericana. Rectify destacó por tener “uno de los mejores guiones de los últimos diez años” (Newsweek)”, y una historia “imprevisible, de ritmo sorprendente” (San Francisco Chronicle), fundamentada en unos personajes “más que creíbles” (Variety). Aunque tampoco han faltado los que han criticado un exceso de estilo indie, los ecos positivos han sido mayoritarios y muy convenientes para la fama y el prestigio -algo maltrecho- del Festival y del propio Redford.

Su creador es Ray McKinon (Georgia, Estados Unidos, 1957), un actor conocido sobre todo por ganar un Oscar al mejor cortometraje en 2001. En su primer trabajo importante en televisión, McKinon muestra una madurez y una solidez narrativa sorprendente. “Lo que cuento en Rectify esta basado casos reales. En los últimos años, en algunos estados como Illinois, hemos podido ver como varios condenados a muerte eran puestos en libertad por pruebas de ADN. Lógicamente estas noticias han sido muy controvertidos, pero lo que me interesaba contar no era la reapertura de casos policiales. Mi intención era centrar el argumento en cómo sería el primer día de libertad de un preso liberado del corredor de la muerte. Cómo sería su vuelta a casa, su reencuentro con amigos y familiares”.

Antes de extenderme en las virtudes de Rectify, que son muchas, quiero advertir que hay un capítulo (el segundo de la primera temporada, titulado Sexual Peeling), en el que se mandan a paseo la sutileza y los matices del resto de la serie. En este capítulo, la acción se centra en los aspectos más escabrosos de la vida de personajes. Narrativamente, este retablo de vicios aporta muy poco a la historia, con excepción de un monólogo muy clarificador de Daniel sobre sus recuerdos más traumáticos de la cárcel.

Salvando este capítulo, el resto de la serie está muy bien escrita, dirigida e interpretada por actores de segunda fila que aprovechan una historia muy poderosa. Entre ellos podemos ver a Aden Young (Asesinos de élite), Abigail Spencer (Oz, un mundo de fantasía), J. Smith Cameron (Margaret), Luke Kirby (Take this Waltz) o Hal Holbrook (Hacia rutas salvajes).

En la producción de la serie se nota la mano de Mark Johnson y Melissa Bernstein (Breaking Bad), que dan un tono contemplativo y reflexivo muy sugerente. De esta manera, Rectify se acerca a una corriente de series norteamericanas policiacas en las que el drama reflexivo y el personaje se impone a la acción trepidante y al giro sorprendente (The Killing o Justified).

Sin embargo, con respecto a las series anteriormente citadas, Rectify tiene un mayor recorrido antropológico. No parecen arbitrarias en la serie las dos menciones concretas a la escritora norteamericana Flannery O´Connor, verdadera maestra de la denominada literatura gótica sureña que, en gran parte de su obra, reflejó desde una perspectiva católica la dialéctica condena-redención. Tampoco parece casual el personaje de Tawney (delicadamente interpretado por la emergente Adelaide Clemens, a la que hemos podido ver recientemente en El gran Gatsby de Baz Luhrmann). Esta joven entabla una amistad muy profunda con Daniel, que le lleva a hablar con él de sus creencias evangelistas. Ante su asombro, el traumatizado preso responde a su interés en convertirle usando palabras de Santo Tomás de Aquino sobre la complementariedad de fe y razón. Y, por último, le agradece la conversación comparándola con un personaje de la Divina Comedia: “Tú eres mi Beatriz. La guía de Dante, su salvación”. Estos diálogos dan a la serie una profundidad a la trama y una riqueza literaria que hace que los conflictos sean poliédricos y fascinantes.

Los flash-back de Daniel en el corredor de la muerte son muy brillantes y marcan el ritmo dramático de cada capítulo. La serie reabre así de una manera bastante inteligente el debate de la pena de muerte. Además, Rectify toca otros temas muy actuales en Estados Unidos como la venta de armas, los jurados populares o la explotación de los medios de comunicación de los casos escabrosos.

Como toda buena serie, el comienzo y el final de cada capítulo están muy logrados y mantienen la tensión en el espectador. Los créditos iniciales son magníficos (unas fotos cortadas en plano que cobran vida como los recuerdos en la mente de los protagonistas), y las conclusiones saben cerrar los múltiples conflictos de la serie. En estas escenas es muy enriquecedor el uso de la música del compositor Gabriel Mann (Modern Family, Diseñando a Jane), que enriquece el toque sureño muy bien insertado en la historia.

La segunda temporada de la serie ha mantenido la intensidad dramática y ha incorporado nuevos personajes como el perverso Hollis (interpretado por un magnético Dan Hildebrand, conocido por sus apariciones en Hijos de la Anarquía y Juego de tronos) o la dulce Peggy (Francesc Fisher; Resurrection, Touch). En esta nueva sesión se agradece que se haya reducido notablemente la zafiedad que aparecía esporádicamente en la primera temporada.

Está claro que no es una serie mayoritaria pero sí que tiene un público muy fiel que sigue interesado en saber como se resuelve esta complicada redención. Por ahora ya se ha confirmado una tercera temporada que tiene previsto su estreno a finales de 2015.

En resumen, Rectify es una buena muestra de la televisión de calidad que sabe entretener, con un presupuesto limitado sin necesidad de acudir a precipitaciones argumentales.

Firma: Claudio Sánchez